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La oficina de prensa de la Santa Sede informó en la mañana de este viernes que han suspendido temporalmente los servicios ambulatorios del Estado de la Ciudad del Vaticano tras un primer caso de coronavirus.
El ambulatorio fue cerrado para ser desinfectado, pero continúa abierto el servicio de urgencias. El paciente sería un hombre de avanzada edad que fue trasladado a otro hospital de Roma para hacerle nuevas pruebas.
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El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, indicó que el Vaticano ya ha informado a las autoridades sanitarias italianas de lo sucedido.
El Vaticano cuenta con un pequeño hospital que -según subraya la agencia Efe- no dispone de camas ni espacios para que los pacientes sean ingresados.
Cuenta apenas con un servicio de medicina general y varias especialidades para los religiosos y empleados que viven y/o trabajan en el pequeño estado. La Santa Sede también dispone de una farmacia.
El primer caso de coronavirus confirmado en el Vaticano se suma a la alarma que generó en días pasados el anuncio de que el Papa Francisco no participaría en los ejercicios espirituales de Cuaresma, debido a un resfriado que lo obligó a cancelar sus audiencias grupales.
A Francisco, de 83 años, la tos le impidió seguir hablando en dos oportunidades durante la oración del Ángelus el domingo pasado, y a la mañana siguiente el vocero papal informó que el Papa tenía gripe, motivo por el cual había decidido cancelar un encuentro planificado con el clero de Roma.
Mientras tanto, Italia se ha blindado para intentar frenar el avance del contagio, que ya afecta a más de 3.800 personas en esa nación europea.
El Vaticano estaría estudiando nuevas medidas para ponerse a tono con las precauciones adoptadas por el gobierno italiano, que prohíbe cualquier tipo de evento que conlleve aglomeraciones.
El primer caso confirmado en la Santa Sede podría hacer peligrar las audiencias generales de los miércoles o las misas del papa Francisco, que podrían verse afectadas ante medidas más restrictivas.
Hasta ahora en la Santa Sede habían optado por cancelar algunos eventos programados en espacios cerrados para los próximos días, pero no las audiencias públicas al aire libre.
Además han colocado dispensadores con desinfectante para las manos en las oficinas con acceso al Estado de la Ciudad del Vaticano, donde hay una enfermera y un médico de guardia disponibles las 24 horas, en caso de pacientes con síntomas compatibles.
La caída del turismo por la emergencia sanitaria mundial por el coronavirus también afecta el Vaticano, donde han desaparecido las colas para entrar en la basílica de San Pedro o en los Museos Vaticanos, con una reducción que ronda el 60%.
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