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Una jubilada del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Guantánamo, relató las dificultades a las que debe someterse diariamente para lograr mantener una casa y una familia, cuando la pensión que el Estado le paga no le alcanza “para nada”.
Nadia Salazar, ex trabajadora del Hotel Provincial del PCC, cuenta que perdió la visión del ojo izquierdo, por lo que no puede realizar con normalidad los trabajos de la casa. Aun así, los realiza poco a poco al tiempo que cuida de los niños, lo cual, bien mirado, es una historia común entre las amas de casa cubanas.
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La chequera que recibe es de 320 pesos cubanos (menos de 13 dólares mensuales) y apenas alcanza para algo luego de cubrir los gastos de la corriente y el agua, según refiere al medio Cubanet.
Aunque el estado le paga otra mensualidad por sus tres niños, ella opina que es insuficiente.
“La comida está muy cara”, lamenta y explica que el mayor sustento de la casa lo provee su esposo haciendo trabajos de carpintería.
Su casa tiene pocos electrodomésticos que faciliten las tareas domésticas cotidianos. Por ejemplo, no tiene una lavadora ni los recursos económicos para adquirir uno de estos equipos en las tiendas recaudadoras de divisas
En cuanto al cuidado de sus hijos, expone que trata de tener los medicamentos primarios por si ellos se enferman, como duralgina o paracetamol.
“Siempre intento tener una reserva de dinero para adquirir las medicinas, porque uno no sabe cuándo se van a enfermar”, agrega.
Igual se esfuerza por garantizar su merienda y mantenerle algo de comer en casa.
“Pero es difícil”, opina.
“Pienso que la vida económicamente está muy alta. Los precios en los mercados en general son en pesos convertibles CUC y la mayoría de los trabajadores cubanos no reciben un pago adecuado. Aun si bajaran los costos es complicado, porque 20 dólares son 500 pesos cubanos, un salario que es más alto que el mío”, comenta.
“Por mucho que ingrese el trabajador es poco”, asegura.
El salario promedio en Cuba ronda los 40 dólares mensuales, después de un aumento establecido por el gobierno de Miguel Díaz-Canel, sin embargo, muchos cubanos juzgan que continúa siendo prácticamente imperceptible y no cubre las necesidades más elementales.
También en Guantánamo, un jubilado cubano denunció en octubre de 2019 que estaba viviendo en condiciones deplorables y abandonado por las instituciones del régimen.
De igual manera, expuso que en la sociedad cubana no existían ya ni sentimientos, ni moral. “Quienes viven en este país se entregan al bandolerismo y al robo”, aseguró.
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