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Más de 100 industrias e instalaciones fabriles vierten sus aguas residuales en la bahía de La Habana, que sigue padeciendo una calidad ambiental desfavorable, de acuerdo a estudios realizados entre 2006 y 2019.
A ello se agrega la aportación de los ríos Luyanó y Martín Pérez, a los cuales tributan en su conjunto más de 45 industrias, siete colectores de aguas residuales urbanas y 26 drenajes pluviales y ramales de alcantarillado de los repartos asentados en sus cuencas.
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También se depositan allí los desechos del arroyo Tadeo y los drenes Agua Dulce, Matadero y San Nicolás.
Aunque desde 1998 se ha reducido la carga contaminante de la bahía, su situación puede ser catalogada de “altamente comprometida” para su uso actual y sus posibles perspectivas, y requiere tanto la reconversión del sistema de infraestructura industrial como el propio saneamiento de las aguas y los suelos en torno a ellas.
El Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana (GTE-BH) desarrolla un plan de desarrollo que abarca unas 4.400 hectáreas, según una información del diario Granma,
Los especialistas señalan que el proceso debe abarcar soluciones en las márgenes de la bahía y en su cuenca tributaria, como la instalación de nuevas plantas de tratamiento de residuales (hoy solo funcionan dos), otro manejo de los desechos sólidos que implique el reciclaje, mayor cobertura de áreas verdes y la desactivación o reubicación de industrias que vierten en las ensenadas, entre otras medidas.
La cuenca tributaria de la bahía de La Habana mide aproximadamente 85 kilómetros y se extiende a lo largo de 10 municipios. El 80% de ese territorio está urbanizado y posee una población estimada de 906.000 habitantes.
Los expertos aseguran que limpiarla demorará años, y para lograrlo hay que activar vías de financiación ya existentes y diseñar nuevas.
Las proyecciones van desde lograr atraer capital extranjero y nacional con la ayuda de instrumentos fiscales especiales, hasta crear alianzas con el sector no estatal, incluyendo la cooperación internacional y la creación de una cartera de proyectos de inversión en la zona, siempre que un porcentaje se dedique al saneamiento de la bahía al inicio de cada proyecto.
En octubre de 2019 se anunció que España había donado casi tres millones de dólares para las labores de saneamiento de las agua de la bahía de La Habana, como parte de un proyecto entre el Grupo de Cooperación Española y el GTE-BH, valorado en ocho millones de euros.
Desde hace varios años, buzos cubanos agrupados en el proyecto Mar Limpio se reúnen periódicamente para sanear distintas áreas del litoral. El ciclo de limpieza consiste en extraer toda la basura que encuentran en el mar, llevarla a la orilla, clasificarla y por último depositarla en los carros de Comunales.
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