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Los cubanos le dijeron adiós a un 2019 marcado por las carencias, el racionamiento y la incertidumbre. Los tumultos que se vieron el fin de año en la isla rastreando algo de carne, cerveza y hasta tarjetas telefónicas, fueron el pronóstico de un comienzo igual de caótico para el 2020.
Según afirmaron varios capitalinos entrevistados por CiberCuba, el calendario que recién concluyó estuvo especialmente distinguido por una “situación coyuntural” que se ha dilatado más de lo anunciado por las autoridades. La coyuntura, motivada fundamentalmente por el endurecimiento de la política de Washington hacia Cuba y caracterizada por una profunda escasez de combustible, sigue viva.
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De acuerdo con Alfredo, ni la situación decretada el pasado septiembre ni sus repercusiones fueron temporales, sino que “pican y se extienden”.
En palabras de Alaín, un médico que espera que lo “liberen” de su cargo para poder emigrar, en alguna lista de highligths del 2019 debería aparecer todo el dinero que se roban los corruptos y que mantiene al país endeudado hasta el cuello.
“También habría que poner como retrocesos enormes que todavía persista la dualidad monetaria y que prácticamente esté congelado el avance de las iniciativas privadas. No solo han crecido las indisciplinas sociales, el irrespeto y la deshonestidad, sino los precios de los alimentos y los servicios, así como se han deteriorado sectores tan básicos como la salud, la educación y la agricultura. Ojalá este año nuevo nos traiga menos hambre y más verdades”, agregó este doctor.
Una polémica encuesta del sitio oficialista Cubadebate sobre los diez acontecimientos más relevantes de 2019 incluyó hechos como la proclamación de una nueva Constitución, el inicio de la conectividad 4G, la designación de Manuel Marrero Cruz como primer ministro y el incremento salarial aprobado para el sector presupuestado.
La pesquisa excluyó convenientemente otros hechos sonados que marcaron la vida de la isla en los últimos 12 meses como la ya célebre “Batalla de Cuatro Caminos” o la apertura de tiendas minoristas en divisas, y tuvo en cuenta otros de menor trascendencia como las derrotas del equipo Cuba de béisbol, el 1-2 de las discóbolas Yaimé Pérez y Denia Caballero en el Campeonato Mundial de Doha, y la declaración de la cocina cubana como patrimonio cultural de la nación.
Según declaró el usuario vcljavier en la misma página web: “Demasiada subjetividad en esta encuesta y no toma en cuenta acontecimientos verdaderamente nacionales… que trasciendan lo puramente local. Por ejemplo: Tornado de La Habana..., que puede ser muy relevante para las zonas afectadas y menos relevantes para Holguín, o las derrotas del béisbol, que hace muchos años vienen sucediendo, no constituyen un suceso más allá de un sensacionalismo barato o cómo comparar el suceso de dolor extraordinario de la muerte de Alicia Alonso con la alegría y la gloria vivida por los tirazos de Yaimé Pérez”.
Otro internauta comentó que “para escoger diez eventos importantes pusieron demasiadas propuestas. Algunos temas, sin dejar de ser importantes, no clasifican como trascendentales para el año que termina. De hecho, solo voté por siete de las propuestas y casi todas están entre las más votadas”.
A tenor con lo que afirmó Amanda, las encuestas en Cuba son poco confiables porque se manipulan demasiado. La informática de 35 años, residente en La Lisa, La Habana, opina que el inicio de la venta en moneda libremente convertible, con precios más asequibles para la población, fue de lo más significativo del año porque representó una posibilidad real de alcanzar un mejor bienestar. “Se trató de una verdadera revolución”, dijo.
De igual forma, el contador Aurelio indicó que la “Batalla de Cuatro Caminos” constituyó una desagradable pero descomunal experiencia vivida en la reapertura del centro comercial, el 16 de noviembre último.
Para no pocos cubanos entre lo más sorprendente del 2019 estuvo el nombramiento de Manuel Marrero como Primer Ministro. “Más de un nombre se esperaba, pero ninguno era el de él”, apuntó el cuentapropista Yasel.
El propietario de un restaurante en la capitalina Plaza de la Revolución agregó que queda mucho por hacer, a pesar de que hubo algún adelanto a partir de la aprobación de la Carta Magna. “Pedimos a gritos mejores condiciones de trabajo y una mayor generación de riquezas, pero no lo conseguiremos mientras pongamos en práctica libretos dogmáticos, los mismos que no nos han ayudado en más de seis décadas”, enfatizó.
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