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Wilfredo Donet Reytor trabaja junto a su esposa de más de 15 años como manicura en el municipio Palma Soriano, de Santiago de Cuba.
"Cuando comencé en esta labor, no imaginé que podría llegar a convertirme en todo un profesional, fui marginado y muchas veces tildado de homosexual, pero apoyar a mi esposa fue lo que me motivó a seguir hacia adelante", dijo Wilfredo al medio Sierra Maestra.
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"¡Además de que soy cuentapropista, y de los buenos! Aporto a la economía de mi país, contribuyo con la seguridad social y garantizo mi platica para cuando me jubile", agrega.
No es menos cierto que, en un país patriarcal como lo es Cuba, a muchos les haya resultado intrigante saber que hay un hombre que lima las uñas, pega otras con acrílico, las pinta y también dibuja.
Eslinda Fuentes Martínez, una de sus clientas, declaró: "No tengo prejuicios en sentarme a arreglarme mis uñas con él. Al principio tenía ciertas dudas sobre su trabajo, pero con el paso del tiempo Wilfredo me fue demostrando que es muy capaz de realizar este oficio con toda la calidad con que lo ejerce una fémina".
Otras de las clientas, Rafaela Suárez Espinosa, dijo que "es una novedad, todo el que pasa y lo ve queda estupefacto porque nadie imagina que un arte tan fino y delicado pueda ser practicado por un hombre. Wilfredo y María su esposa, tienen 15 años de casados y son la inspiración de muchas parejas".
Lo que llevó a Wilfredo a esta profesión fue ver a su esposa trabajar sola, ya que sus ayudantes habían tenido que dejar el trabajo.
"Para mi María Isabel lo es todo, es mi ayuda idónea, el motor que me impulsa a trabajar cada día y mira que fue difícil conquistarla, se me hacía la dura, me cuenta a carcajadas. Su familia pensaba que yo no era el hombre indicado, pero tanto insistí hasta que nos casamos y después de 15 años mantenemos vivo nuestro amor", asegura Wilfredo.
Según dijo, con la ayuda de Internet se actualiza en cuanto a las últimas tendencias en la profesión de los Manicura.
A pesar de que los hombres del pueblo ya ven el trabajo de Wilfredo como algo normal, algunos nunca se atreverían a hacerlo.
"Que un hombre arregle uñas en Palma Soriano lo veo bien, pero yo ni loco me sometería a realizar ese trabajo. El hombre tiene que trabajar en la mecánica y en la construcción", expresó Manuel Pérez González.
Ciertamente, el hecho de que un hombre ejerza como manicura no debería ser una noticia. No obstante, en un mundo donde aún prima el machismo este oficio que es como otro cualquiera se sigue relacionando con la figura femenina. Wilfredo es de esos que saben correr y estar por encima de los prejuicios sociales.
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