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Las autoridades decomisaron 60 kilogramos de carne limpia de caguama a un cubano que realizaba pesca submarina en la zona de Bufeadero, próxima a la CEN (Central Electronuclear Nacional) en la provincia de Cienfuegos.
También le fueron confiscados otros 6 kilogramos de picúa, así como los medios que empleba para su actividad pesquera. Igualmente se le retiró la licencia y se le impuso una multa de 6000 pesos cubanos, tras una acción conjunta de la Oficina Nacional de la Inspección Estatal (ONIE) y el Cuerpo de Guardafronteras.
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El organismo de inspectores, trabajando de igual forma con efectivos de la policía, comprobó la zona de El Castillo, donde hallaron en una vivienda más de 105 kilogramos de pescado entero y casi 17 de filetes, otros 4 de langosta, y pulpos. A raíz de la detección, procedieron a decomisar todos esos productos y tres neveras.
En este caso, la multa ascendió a 10 mil pesos cubanos para el propietario del inmueble.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró a la caguama (Caretta caretta) como una especie amenazada con categoría de “vulnerable”, con una alta probabilidad de convertirse en “especie en peligro de extinción”. Por lo tanto, su carne es comercializada en Cuba de manera ilegal, llegando a las mesas de algunos cubanos por medio de pescadores furtivos.
“Sería bueno no solo multar a esas personas que, por desconocimiento o cualquier malévolo pensamiento, cazan indiscriminadamente los ejemplares de esta especie, sino también crear conciencia de la fauna tan variada y rica que posee nuestra isla para poder dejar descansar estos animales y saciar los apetitos con otros que estén menos escasos”, publica el blog Guardabosques.
“También la rigurosa protección de sus hábitats, hoy amenazados por los desarrollos turísticos en las costas cubanas incluso al interior de Áreas Protegidas, es imprescindible para una eficaz protección”, añade la publicación.
Desde diciembre de 2018, Cuba prohibió la captura, consumo y comercialización del pez guasa (Epinephelus itajara), amenazado por la sobrepesca y la contaminación a nivel mundial. Un ejemplar adulto puede llegar a pesar hasta 455kg, y su carne es apreciada internacionalmente por su sabor.
Hace solo unos meses, en julio de 2019, la ministra de la Industria Alimentaria dio a conocer ante la Asamblea Nacional del Poder Popular los presupuestos de una nueva Ley de Pesca, en aras de flexibilizar este ejercicio y “garantizar la soberanía alimentaria” del país.
Por primera vez, se reflejaba a la actividad pesquera por cuenta propia, después de que unos mil artefactos navales y cerca de 2 500 personas tuvieran que practicarla ilegalmente en el país. Sin embargo, el proyecto de ley advertía, desde comienzos de su elaboración, que el otorgamiento de licencias se reduciría entre quienes mostraran antecedentes como pescadores ilícitos.
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