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LA PAZ, 15 nov (Reuters) - La Paz recuperaba lentamente la tranquilidad el viernes luego de que el Gobierno de transición comenzara a dialogar con la oposición para destrabar la aguda crisis política que sufre Bolivia.
Pese a que las calles de La Paz -la sede del Gobierno boliviano- no mostraban escenas violentas, las escuelas siguen cerradas y el combustible sigue escaseando por interrupciones en el abastecimiento.
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El jueves, el Gobierno inició conversaciones con legisladores del exmandatario Evo Morales, quien el domingo dejó el poder denunciando un golpe de Estado en su contra tras ser presionado por las Fuerzas Armadas. Actualmente está asilado en México.
"Las negociaciones continúan. Muchos de ellos (los aliados de Morales) son personas comprometidas con el país y manifiestan el deseo de llevar de manera conjunta este proceso", dijo a periodistas el viernes la presidenta provisional, Jeanine Áñez.
Aunque las nuevas elecciones presidenciales aún no tienen fecha, Áñez adelantó que Morales no podría participar de ellas, ya que fue acusado de fraude en los comicios del 20 de octubre, en los que se impuso. Si vuelve al país, deberá enfrentar a la Justicia, aseguró la mandataria provisional el viernes.
El Gobierno boliviano se quejó el viernes ante México por considerar que ha permitido que Morales desarrolle ahí actividades políticas. "Ellos (México y Morales) están rompiendo todas las normas de asilo", dijo la nueva canciller boliviana, Karen Longaric, a periodistas en La Paz.
El principio de consenso logrado en el Congreso, donde se eligieron nuevas autoridades -opositoras y del oficialismo-, podría ser el primer paso para que el llamado a nuevas elecciones se concrete. Sin embargo, Áñez dijo que la sesión del Senado en que se eligieron las autoridades podría ser impugnada.
Según la mandataria, los comicios deberían ser antes del 22 de enero.
Antes de convocar a los comicios, la Asamblea Legislativa deberá llegar a un acuerdo para renovar la junta electoral.
La crisis se disparó luego de las denuncias de irregularidades en las elecciones de octubre, confirmadas el domingo por la Organización de los Estados Americanos (OEA), que desembocaron en la salida de Morales y en los posteriores enfrentamientos entre sus seguidores con sus detractores y las fuerzas de seguridad.
Aliados de Morales denunciaron una persecución política y excesos en la represión.
(Reporte de Daniel Ramos Editado por Nicolás Misculin/Gabriela Donoso)
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