El Sindicato Ramas Médicas (Sirmes), de La Paz (Bolivia), rechaza la simplificación de la contratación de doctores cubanos en el país tal y como contempla el Proyecto de Ley de Emergencia Sanitaria, que prohíbe parar la prestación de atención médica por huelga y simplifica la contratación de personal sanitario extranjero o que hayan concluido los estudios recientemente, según recoge ATB Digital.
En este sentido, el secretario ejecutivo del Sirmes, Fernando Romero, fue muy claro: "No vamos a permitir cubanos por nada del mundo", dijo en una conexión en directo en televisión, en la que rechazó que les quiten el derecho a protestar cuando hay incumplimientos, faltan profesionales, medicamentos o recursos para hacer frente a la pandemia.
“Hoy día el Gobierno nos está robando el derecho al reclamo, a la protesta y a pedir mejores condiciones de salud para el pueblo boliviano. Está abriendo las puertas para que vengan las brigadas cubanas", recalcó.
"Es un golpe bajo, una traición dura contra un sector que dio todo por la salud del país. Es una afrenta muy dura que ha hecho el Gobierno en contra de nuestro sector y estamos llamando a una reunión nacional para tomar medidas", añadió.
Las brigadas médicas cubanas salieron de Bolivia durante el Gobierno interino de Jeanine Áñez. Hasta ese momento, durante el mandato de Evo Morales, Cuba tenía vendía servicios médicos a este país por 10 millones de dólares al año.
En diciembre del año pasado, el encargado de Negocios de Cuba en Bolivia, Danilo Sánchez, tanteó al nuevo Gobierno boliviano de Luis Arce y le ofreció un nuevo contrato de venta de servicios médicos, aunque no aclaró si aspiran a que sea similar al que tuvo con el ejecutivo de Evo Morales.
Durante los catorce años de presidencia de Evo Morales, Bolivia pagó a Cuba cerca de 147 millones de dólares por servicios médicos, de la que menos de un tercio eran médicos profesionales, según datos del Gobierno en funciones de Jeanine Áñez.
En noviembre de 2019, el ministro de Salud de Bolivia, Aníbal Cruz, detalló que de los 702 colaboradores cubanos que estaban en Bolivia, solo 205 eran médicos titulados, por lo que consideró que las inversiones del Gobierno de Evo Morales en materia sanitaria, implicaban un daño económico para Bolivia y ganancias para Cuba.
En aquel entonces ya el sindicato Sirmes, representado por Fernando Romero, se oponía a la llegada de colaboradores cubanos apelando a que había poco trabajo e incluso desempleo entre profesionales de la Salud en Bolivia.
En 2019, un funcionario del Gobierno de Morales reveló que a Cuba se le pagaban 4.000 USD mensuales por cada médico. Ese sueldo está muy por encima del ingreso medio de los doctores bolivianos, que cobran entre 600 y 800 dólares al mes.
A mediados de septiembre de 2020, la prensa oficialista cubana admitió que las misiones médicas enviadas al exterior son una de las principales fuentes de ingresos del Gobierno cubano.
Ese reconocimiento llegó en medio de las denuncias crecientes de doctores de la Isla, que definen su participación en las misiones como una forma de esclavitud moderna. Esto ha llevado a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a emitir un informe en el que advierte a las autoridades cubanas de que podrían llegar a considerarlas como trabajo forzoso.
Sólo en 2018, Cuba ingresó 6 400 millones de pesos en concepto de Servicios de Exportación Sociales y de Salud, más del doble de los ingresos por turismo, según cifras oficiales.
El Gobierno cubano paga a los doctores que participan en las misiones 400 dólares en mano y 600 retenidos en bancos del país hasta su regreso a la Isla. Es 20 veces inferior al sueldo que cobra un profesional de otro país que participa en el Programa Mais Médicos.
Recientemente médicos cubanos destinados en Argelia denunciaron en CiberCuba que llevaban tres meses sin cobrar sus sueldos, en pleno invierno magrebí.
En febrero del año pasado, había más de 28 700 profesionales cubanos de la Salud trabajando en 59 países. A esos datos oficiales hay que añadir los 3 772 cooperantes que han sido enviados por Cuba a 40 países desde que empezó la crisis del coronavirus, en marzo pasado, y que publicó este agosto de 2020 Prensa Latina.
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