El gobierno de Bayamo, en la provincia Granma, anunció nuevas medidas para los cuentapropistas, entre las que se encuentra la habilitación de una chapa con número que identifique a cada carretillero ambulante.
Según el diario local La Demajagua, el propósito es que la población pueda denunciar con mayor facilidad las violaciones en el costo de los productos y su calidad.
El Consejo de la Administración del municipio Bayamo explicó que esas regulaciones pretenden controlar y fiscalizar los precios con los que comercializan esos vendedores en las calles.
Al mismo tiempo, la publicación resalta que la nueva norma coincide con el llamado del mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, a controlar los costos de determinados bienes y servicios a la población, tras el aumento salarial que se dispuso este año.
El vicepresidente del Consejo de la Administración de la Ciudad Monumento Nacional, Eric Joa LLovet, dijo que la iniciativa se debe fundamentalmente a las constantes denuncias de los granmenses, en su mayoría vinculadas a alteración de los precios y la mala imagen de sus ofertas.
Destacó que las chapas con las que circularán esos vendedores contienen la identificación de la capital provincial, un número grande en color rojo para diferenciar a cada uno, y también los teléfonos de atención al Consumidor, a los que podrá llamar la población y formular quejas e inquietudes sobre el servicio ofrecido por los cuentapropistas.
En caso de no portar la referida placa, pueden ser considerados como ilegales, aunque tengan licencia para ejercer, advirtió el funcionario, y resaltó que “el grupo de control de los precios de la Ciudad Monumento monitorea diariamente los planteamientos de la población respecto a las violaciones de los precios”.
Añadió que la regulación hace posible controlar y organizar los servicios que prestan los carretilleros ambulantes, al tiempo que agiliza el conocimiento por parte de las autoridades de infracciones cometidas.
También dijo que el cuerpo de inspectores de esa ciudad, está capacitado para multar y retirar licencias a quienes incurran en violaciones frente a las medidas adoptadas, particularmente, las relacionadas con los precios establecidos y la ausencia de identificación.
Los carretilleros ambulantes en Cuba han sido objeto de persecución por las autoridades en la Isla. Expuestos con frecuencia a que los inspectores decomisen su mercancía, algunos incluso han optado por arrojarla a la calle como muestra de inconformidad.
Desde Holguín, se informó que uno de ellos, Alexei Rodríguez Martínez, prefirió regalar sus productos a la gente cuando un grupo de policías llegó hasta donde él estaba para confiscar lo que vendía. Como respuesta a tal acción, fue condenado a cuatro años de cárcel por el Tribunal Municipal, acusado de “desorden público”.
En el barrio habanero de Santo Suárez, la población reaccionó con gritos de “¡Comida!”, cuando oficiales de la policía retiraron los productos de un carretillero.
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