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Miguel Díaz-Canel habló este jueves durante su discurso de toma de posesión como Presidente de la República de Cuba ante la Asamblea Nacional del Poder Popular de la crisis que sufre Cuba y aseguró que en el país "todo volverá a la normalidad, pero no con los mismo modos de hacer".
El dirigente, que evitó hablar de la palabra crisis, reiteró que ahora "se pondrá mayor énfasis en la reducción de gastos" y se refirió al ahorro "como motor del desarrollo". "Todo para apreciar una economía fortalecida de cara al 2020", afirmó en declaraciones recogidas por la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN).
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Como viene siendo habitual en sus últimas intervenciones, culpó de la crisis energética de la Isla al Gobierno de Estados Undos sin hacer autocrítica.
También instó a los municipios a que aprendan a gestionar los recursos y no hizo ninguna referencia a los problemas que se están reportando en la recogida de basura.
Un día antes, el mandatario señaló que las afectaciones por la falta de combustible "fueron menores a las previstas por las acciones emprendidas".
El gobernante admitió antes de su toma de posesión que se registraron "impactos en el transporte, la economía y la vida cotidiana de la gente", aunque quitó peso a los mismos y no hizo referencias a las colas o los problemas en la recogida de desechos en las calles.
En las últimas horas Díaz-Canel fue ratificado por los miembros de de la Asamblea N acional del Poder Popular (ANPP)como el presidente de la República de Cuba, cargo que asumirá hasta 2023.
La principal novedad de la jornada parlamentaria fue la exclusión de tres figuras históricas de la élite del poder: los comandantes Ramiro Valdés Menéndez, de 87 años, y Guillermo García Frías, de 91 años, y el General de Cuerpo de Ejército Leopoldo Cintra Frías, de 78 años y ministro de las Fuerzas Armadas. Los tres integraban el Consejo de Estado.
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