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Ya cuando los vecinos de la barriada santaclareña América Latina creían haber llegado al colmo, la nueva situación les confirma aquel axioma que asegura que siempre todo puede empeorar: Cada vez hay más basura, en diferentes cuadras crecen verdaderas colinas de desperdicios a la espera de que un carro recolector pase y se disponga a recorgerlos.
“Primero era un día sí y un día no. Luego dijeron que no se podía, que tendría que ser dos veces a la semana y ahora esto, que ya vienen cuando les parece”, comenta Lourdes, una de las tantas personas que ahora mismo sufre por tener en la propia pared de su casa uno de esos puntos de depósito.
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Al mediodía, cuando el sol derrite hasta las piedras del Callejón de Los Mangos no hay quién se atreva a pasar por esta esquina. Una atmósfera nauseabunda obliga a cruzar la calle y hasta a taparse la nariz, tal y como asegura la afectada.
“Me quejé en todas partes, en los CDR, en Comunales y hasta en la Policía. Ya he tenido bronca con una pila de vecinos que vienen y me tiran ahí cualquier cosa, desde comida descompuesta hasta perros muertos. Y no tengo cómo ganar la pelea, pues, como el carro de la basura pasa cerca, dicen que hay que depositarla ahí”, explica Lourdes, quien ahora se queja doblemente tras varios días sin que recojan “su tormento”.
Pero no solo ella sufre con la creciente podredumbre que amenaza con tragarse a Santa Clara, cientos de vecinos de otros puntos de la urbe son testigos de cuánto se ha deteriorado el servicio comunal en los últimos meses, y algunos como Yadira, residente en Estrada Palma y estudiante de enfermería, asegura que se trata de una situación insostenible:
“Aquí las ratas se pasean como si fueran perros, son enormes y las ves caminando hasta de día. Yo les tengo terror, y no solo pensando que me puedan ir arriba y morderme, sino por las enfermedades que eso trae, como la leptospirosis. Pero de eso nadie habla”, concluye la joven.
Y efectivamente, aun cuando las autoridades sanitarias de la provincia han reconocido públicamente la presencia del dengue y otras enfermedades en diferentes municipios villaclareños, siempre se evita vincular las complejidades del panorama epidemiológico con las evidentes fisuras que hoy muestra el sistema de higiene comunal.
Hace solo unos días la propia emisora santaclareña CMHW calificaba la compleja situación que hoy se aprecia en la ciudad y otros puntos de la provincia con aseveraciones bastante exactas: “Ya la suciedad y la falta de higiene invaden los espacios públicos, pululan los microvertederos con una deplorable higiene, la basura se amontona en no pocas esquinas como expresión de un sensible detrimento de la higiene comunal”.
Ante tan severas valoraciones los directivos de la Empresa de Servicios Comunales no hicieron más que reconocer que la creciente acumulación de desperdicios en las calles y avenidas de la provincia se debe a la escasez de combustible para poner en circulación los carros recolectores.
“Nosotros a partir de las restricciones que ha estado teniendo el país con el tema del combustible fundamentalmente en los servicios comunales hemos tenido que reordenar los ciclos de recogida en toda la provincia, y por tanto nos hemos visto obligados a espaciar los ciclos en las cabeceras municipales fundamentalmente, porque no están recibiendo todo el combustible necesario y eso nos ha complicado la recogida de los desechos sólidos”, confirmó a la propia estación radial Jorge Luis Tartabul Contreras, director de la Empresa Provincial de Servicios Comunales.
El directivo, lejos de prometer soluciones explicó que las autoridades del gobierno valoran extender aún más la recolección con vehículos de tracción animal, un método que se regularizó durante los años del período especial y que desde hace meses adoptaron algunos municipios de la provincia, los cuales se sirven de carretas tiradas por caballos para transportar los residuos hasta los vertederos municipales.
“El Consejo Popular Centro, por la importancia que tiene el centro de la ciudad, se recoge dos veces al día, en horario nocturno y en horario diurno, aunque algunas de las avenidas principales la recogemos solo una vez al día. Y también en el caso de la circunvalación, por ser el lugar por donde entran los visitantes, la estamos recogiendo también una vez al día”, explicó Tartabul.
Al comunicar el cronograma de recogidas, el directivo reconoció que en la zona hospitalaria se recolecta la basura una vez a la semana, y también omitió importantes barrios de la urbe, como Virginia, Condado y Dovarganes. Esto último pudiera confirmar las valoraciones de algunos vecinos cuando aseguran que sus zonas de residencia no están siendo contempladas en la recogida de basura.
“A los consejos populares estamos llegando una vez por semana. Los miércoles no corresponde recoger Yabú-Hatillo, Base Aérea y Universidad, los jueves Hospitales-Saquenaf-Caracatey y la zona de Escambray-Vigía Sandino”.
Según cálculos de la propia Empresa de Servicios Comunales, en Santa Clara se generan diariamente más de mil 300 metros cúbicos de desechos sólidos, y para colectarlos se requeriría algo más de 600 litros de combustible, un volumen del que ahora mismo no dispone la referida empresa.
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