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Un refugio de vida silvestre de Florida está buscando hogares de acogida para unos 400 animales, mientras el huracán Dorian se acerca al país, informó WFOR, afiliada de CNN.
Se trata del Centro de Vida Silvestre del Sur del estado, situado en Fort Lauderdale, en el condado de Broward.
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La entidad, que opera sin fines de lucro, trata especies heridas y huérfanas como ardillas, búhos, patos y zarigüeyas, para curarlos y posteriormente liberarlos en la naturaleza.
Según la doctora Renata Schneider, este viernes había el centro 411 animales. El personal comenzó a soltar a aquellos que estaban en buena forma, confiado en que durante el paso de la tormenta, sus instintos los mantendrán más seguros si están en libertad que dentro de una jaula.
Recibirán también el apoyo de empleados de la Sociedad de Animales de Charleston, en Carolina del Sur, quienes viajaron a Florida para evacuar animales y resguardarlos del huracán.
“Nuestro plan es sacar de peligro a 100-200 animales a medida que el huracán Dorian se acerca a la costa sudeste”, dijo la organización en su página web.
Por otra parte, la organización sin fines de lucro Miami Animal Rescue lamentó en sus redes sociales que a medida que la tormenta se aproxima a Florida, ha aumentado la cifra de mascotas abandonadas.
El grupo, que ha estado trabajando junto con el Departamento de Policía de Cutler Bay y los servicios de animales de Miami Dade, han rescatado 17 perros, a los que pudieron albergar gracias a voluntarios que se ofrecieron.
“Perros atropellados por coches, perros atados a árboles en medio de la nada, perros abandonados en los aparcamientos… necesitamos padres adoptivos. Mañana será otro día y si nos reunimos todos podremos salvar otros 20 mañana!”, denunció la organización en su cuenta de Instagram.
En marzo de este año, el senador republicano Joe Gruters, de Florida, presentó un proyecto de ley que sancionaba a quien dejara a su mascota “desatendida, atada o fuera de la vivienda” al paso de un huracán. La norma contemplaba dichas acciones como un delito de “crueldad animal”, y lo penaba con una multa de 5.000 dólares.
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