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Ante la proliferación del caracol gigante africano por toda Cuba y la poca atención que ha recibido el pueblo por parte de las autoridades sanitarias para su erradicación, algunos expertos se han ocupado en dar instrucciones para el control de esta plaga.
El máster en Ciencias Biológicas Elier Fonseca ha emitido unas instrucciones en las que señala la importancia de implicar a toda la población en la batalla contra el molusco, y da soluciones concretas de acuerdo al lugar donde se resida.
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En su opinión, “la lucha contra especies invasoras es una carrera de resistencia larga”, y ante la propagación del caracol por todo el país, se trata ahora de actuar con “constancia y paciencia”.
Las autoridades sanitarias han dejado a la ciudadanía la responsabilidad de acabar con el animal. Según admitió a la prensa Carilda Peña García, directora de vigilancia y lucha antivectorial del Ministerio de Salud Pública, no existe un cuerpo, ni de Salud ni de la Agricultura, para el control de la plaga.
“La reproducción es extremadamente alta, por lo cual se necesitarían miles de personas para hacer la campaña…”, dijo.
Preocupado por esta situación, Elier Fonseca envió sus recomendaciones, para que fueran divulgadas, a la destacada profesora universitaria Omara Ruiz Urquiola, quien junto a su hermano, el biólogo Ariel Ruiz Urquiola, se ha implicado en el tema de la defensa del medio ambiente.
Debido a la alta peligrosidad del caracol africano para los ecosistemas tropicales y los cultivos, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo ha situado entre las 100 especies exóticas más peligrosas del mundo. Puede causar enfermedades en las personas como meningitis y trastornos intestinales.
En junio, tras múltiples denuncias de la ciudadanía, el Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal (INISAV) emitió indicaciones para ayudar a la población en la eliminación del caracol gigante africano,que se detectó en la Isla en 2014.
Los vecinos del barrio de Alamar, en La Habana, han puesto en marcha sus propias medidas para combatir la presencia de los caracoles africanos ante la falta de soluciones reales de los servicios sanitarios. El activista LGBT Jancel Moreno compartió varias imágenes en su perfil de Facebook en las que se ven restos de caracoles que fueron quemados.
A continuación reproducimos el texto:
Existen venenos (cebos sólidos y líquidos para aspersión) contra caracoles, pero siempre es un riesgo usarlos y son caros. La lucha contra especies invasoras es una carrera de resistencia larga; lamentablemente se llegó a un punto avanzado y ahora es cuestión de constancia y paciencia. Aunque las instituciones del estado no hagan nada, ahora no se detengan, que el CDR empiece a hacer algo productivo y tome las riendas.
Recojan todos los días, si es posible con más intensidad luego de las lluvias. Que cada cual ponga en su patio y/o jardín un refugio para caracoles que consiste en algunas tablas, ladrillos o algo similar una al lado de las otras separadas unos 20-30 cm y le pongan encima cartones y sacos húmedos; esto va a funcionar como refugio y los caracoles se van a reunir ahí cuando llegue la sequía y es recogerlos cada día.
Si no hay sal y cal para matarlos: usen agua de mar los que vivan cerca de la costa y recuerden por favor no botar el agua en la tierra porque eso daña el suelo; bótenla por los tragantes. Los que viven lejos del mar busquen un tanque metálico viejo sin huecos y lo ponen sobre unos bloques de concreto y van acumulando los caracoles ahí hasta que se llene y luego le prenden fuego como si fuesen a hacer una caldosa.
Mientras se llena el tanque mantenerlo tapado con una tapa que pese, porque los caracoles grandes son fuertes. Repito: recoger todos los días o alternos y hacer hincapié luego de las lluvias. En el caso de Cojímar que alguien haga un recorrido por la orilla del río, es muy probable que el bosque sea una fuente permanente de ejemplares; y algo parecido con los parques y las áreas de herbazales por la costa después de la terminal/parqueo de guaguas. Cojímar es una zona periurbana y tiene muchas áreas verdes que pueden ser sitios de cría
¡USEN GUANTES! Si no hay guantes usen una bolsa plástica que no tenga huecos. Ahora que menciono las bolsas plásticas se podrían ir almacenando los caracoles dentro de bolsas plásticas negras (de las grandes) y dejarlos al sol para que el calor los mate.
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