El gobierno cubano se defenderá en los tribunales estadounidenses ante la demanda presentada por la compañía Exxon Mobil, que exige una compensación por la confiscación de la hoy refinería Ñico López en 1960.
La acción legal, de las pocas que ha emprendido La Habana en el sistema judicial estadounidense, ocurre tres meses después de que la mayor productora petrolera de Estados Unidos presentara una demanda contra las empresas CIMEX y Cupet tras la reactivación del Título II de la Ley Helms-Burton.
Según recoge El Nuevo Herald, en asunto es “verdaderamente interesante”. Esas son las palabras del abogado Robert Muse, experto en temas de la isla, quien agregó que se trata de “un cambio de curso”.
El experto considera que los antecedentes hicieron creer a muchos que el gobierno castrista no tomaría cartas en el asunto.
Sin embargo, el viernes último los abogados Michael Krinsky y Lindsey Frank informaron que serían los representantes de CIMEX y Cupet.
Por su parte, Cubadebate dice que en cerca de 40 oportunidades Cuba se ha visto “defendiendo sus intereses” y alega que “han obtenido veredictos favorables en varios casos”.
Esto es algo que niega el abogado Pedro Freire, quien asegura que “el gobierno cubano ha tenido la política general de no comparecer a las cortes de Estados Unidos porque es un estado soberano, pero las empresas del gobierno en ocasiones sí han comparecido”.
El Nuevo Herald comentó un correo enviado por uno de los abogados que llevará la defensa a favor de CIMEX y Cupet, argumentando que sus clientes se “defenderían vigorosamente”.
Pero ¿qué representa que Cuba vaya a una corte federal a intentar ganar una demanda de este tipo?
Según el periódico del sur de la Florida, en diálogo con el abogado Muse, de no ser así “estaría enviando el mensaje a miles de potenciales reclamantes de que pueden interponer una demanda y obtener una sentencia y que el gobierno no se va a defender”.
Esto también pudiera ser, según el abogado, un mensaje a los inversionistas extranjeros de que el Gobierno protegerá sus intereses.
Puede protegerse también, según El Nuevo Herald, “el lucrativo negocio de las remesas a Cuba, que podría verse afectado si Exxon gana el caso”.
Es que CIMEX es la encargada de gestionar, a través de un acuerdo con Western Union, los pagos de las remesas dentro de Cuba.
Para Muse, con esta acción el gobierno cubano también pudiera estar intentando mandar un mensaje. De ganar la demanda en su contra establecería “un fuerte precedente que podría persuadir a otros reclamantes a no presentar más demandas”.
La demanda de Exxon contra Cimex y Cupet se suma a otras que han sido presentadas contra compañías cubanas, estadounidenses y europeas por obtener beneficios con propiedades y negocios confiscados por el gobierno comunista.
La compañía de cruceros Carnival, con sede en Miami, el banco francés Société Générale, Trivago, una subsidiaria alemana de Expedia y otras empresas hoteleras cubanas como Gaviota SA, Cubanacán y Grupo Hotelero Gran Caribe son algunos de los nombres que hoy, al amparo de Ley Helms-Burton, enfrentan procesos legales.
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