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Nunca nos hemos visto y tardaremos en hacerlo. Esta entrevista llega a CiberCuba gracias a la sensibilidad de Martha María Montejo Pizarro, holguinera afincada en Arkansas que se conmueve igual con “Bartleby el escribiente” que con José Ramírez Pantoja (42 años), periodista cubano detenido en California desde mayo pasado, tras salir de Cuba, presentarse en la frontera entre México y Estados Unidos y pedir asilo político.
Pantoja huyó de la isla tres años después de revelar unas polémicas palabras de la subdirectora de Granma, Karina Marrón, quien aseguró en una reunión que "este país no aguanta otro 93´, otro 94´. Si no queremos ver protestas en la calle, y no hay un Fidel para salir al Malecón..." Como resultado la emisora Radio Holguín lo expulsó de su puesto de reportero, como nos detalla.
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La comunicación telefónica con la cárcel de Adelanto, en California, es complicada y cuando logras comunicar no siempre se escucha con nitidez, además de las 9 horas de diferencia con la España peninsular; y aquí entró en juego las 3 Eme: Martha María Montejo y Pizarro, que hizo posible la triangulación para los lectores de CiberCuba.
¿Por qué estás detenido?
Estoy detenido desde el día 8 de mayo de este año. Desde el mes de marzo estuve en turno en Tijuana para poder entrar a Estados Unidos por el Puerto Fronterizo de San Isidro, en California.
Me recibieron los oficiales de inmigración. Ahí estuve diez días detenido, y me entrevistaron sobre por qué pedía asilo político en Estados Unidos de América.
Yo expliqué las razones, por la persecución y acoso de la policía política en Cuba, donde primero fui expulsado de los medios de prensa en 2016 por citar a una funcionaria de la oficialidad, la periodista Karina Marrón. Luego fui varias veces amenazado por teléfono, en persona y a través de otros de que correría peligro si me atrevía a colaborar con medios de prensa independientes o a hablar sobre lo sucedido.
El 20 de mayo fui traslado junto con otras personas, que también habían cruzado la frontera –esposados de pies y manos, cumpliendo el protocolo de detención– a una prisión en San Luis, Arizona. Al llegar allí, por problemas de espacio, no nos pusieron en dormitorios comunes, sino en celdas de aislamiento, donde solo puede estar una sola persona. En ese tipo celda estuve seis días hasta que pedí me sacaran de ahí por las condiciones de la celda. Me llevaron entonces a un dormitorio regular para trasladarme luego a un centro de detención, pero mis documentos tenían un error y estuve allí 8 días más.
El 3 de junio fui trasladado al Centro de Detención Adelanto, en California, donde permanezco. En todos estos sitios que he estado, he recibido un excelente trato de los oficiales involucrados en este proceso. Todo el tiempo han estado muy preocupados por la salud de los detenidos.
¿Cuándo saliste de Cuba y en qué condiciones?
Salí de Cuba el día 31 de enero de 2019 gracias a una beca que me otorgó el Gobierno de México para hacer un doctorado en Historia, en la Universidad Autónoma de Baja California, en Tijuana.
Muchas personas te conocen gracias a un reporte tuyo sobre el aviso de una colega, en una reunión de periodistas, sobre los peligros de una nueva crisis económica en Cuba. ¿En qué circunstancias se produjo esa revelación? ¿Fue aprobada por tus superiores?
Yo era periodista de Radio Holguín, una emisora local en la capital holguinera, y tuve que asistir a una reunión de la UPEC que se realizó por videoconferencia con todo el país desde la Ciudad de La Habana. En ese encuentro se dijeron cosas muy fuertes sobre la situación de la prensa en Cuba. Por ejemplo, la periodista Karina Marrón, subdirectora del periódico Granma, quien participó en la videoconferencia desde La Habana, dijo que la UPEC estaba envejecida, que necesitaba renovación, y que una muestra de su envejecimiento era que los jóvenes recién graduados de la carrera de periodismo rechazaban el ingreso a la UPEC.
Esta misma periodista hizo también una de las intervenciones más relevantes de ese encuentro. Cuestionó el desempeño de Raúl Castro como Presidente del Consejo de Estado al decir que hasta ese momento ningún funcionario gubernamental había dado una respuesta al pueblo sobre lo que era ya un comentario generalizado, que vendría un nuevo periodo especial (crisis económica) para el país.
Desde el primer momento de ese encuentro, yo coloqué mi grabadora frente a las bocinas del televisor de la videoconferencia. Todo lo grabé normalmente. Ese mismo día en la noche, el Noticiero Nacional de Televisión publicó un reporte del encuentro y un sitio web reprodujo varios de los planteamientos de Karina.
Al día siguiente, yo transcribo la intervención de Karina y la publico en mi blog personal Verdad de Cuba, no en ningún programa de la emisora. Y también la publiqué en mi página de Facebook. Luego sucedió que varios medios de prensa cubanos independientes y otros de fuera del país citaron mi publicación, medios como 14 y Medio, el Herald, Radio y Televisión Martí, por solo mencionar algunos.
Esos fueron los hechos que desataron un terrible proceso de censura en mi contra y que prueba ante el mundo la gran censura que padece la prensa y la sociedad en Cuba.
Un tribunal cubano te condenó. ¿Por qué causa? ¿Recibiste apoyos de la UPEC, de tus jefes, y compañeros?
Primero me juzga mi centro de trabajo, la emisora Radio Holguín. Me separa definitivamente de mi puesto de reportero. Hecho que me pareció injusto, y yo apelé al Órgano de Justicia Laboral que dictó sentencia en mi contra y a favor de la emisora. Dijeron que lo que yo había publicado en mi blog eran cuestiones internas de la organización de los periodistas, y que no había nada de interés que debiera ser conocido por todos los cubanos.
Cuando la Sala de lo Laboral del Tribunal Municipal falla a favor de la administración, yo apelé esa vez al Tribunal Provincial de Holguín, que también falló a favor de la decisión de la dirección de la emisora Radio Holguín, a pesar del apoyo en las redes que recibí. Incluso Silvio Rodríguez me apoyó con sus comentarios a un texto que sobre mi situación que escribió Fernando Ravsberg, y dijo que yo debía defender mi caso.
Pero, tanto el Órgano de Justicia Laboral como el Tribunal Municipal de Holguín fueron advertidos de que tenían que fallar en mi contra.
Y por supuesto, no recibí ningún apoyo de mis ex compañeros de trabajo, ni de los supervisores y menos de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Pero recibí mucho apoyo moral y monetario de periodistas de varias partes de Cuba, excepto de Holguín.
Los periodistas de Holguín fueron amenazados, si me apoyaban, también podían perder sus puestos de trabajo.
En paralelo, la policía política del régimen cubano desata una persecución implacable, con amenazas de muerte a mi persona, y de llevarme preso.
Y es una de las razones por las que tengo miedo de regresar a Cuba.
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