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El profesor cubano Carlos Lazo ha reaccionado con tristeza y rechazo a las recientes medidas anunciadas por el Gobierno de Estados Unidos, que restringirá los viajes de norteamericanos a Cuba y los envíos de remesas a la Isla.
Lazo, conocido por hacer viajes periódicamente a la Isla con sus estudiantes para que conozcan e interactúen con el pueblo cubano, ha calificado de injustas crueles e inhumanas las nuevas restricciones de viaje, porque impedirán intercambios como esos y, sobre todo, porque considera que afectarán la economía doméstica de muchos cuentapropistas en la Isla.
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El profesor recuerda que muchos de los norteamericanos que viajan a Cuba actualmente en algunas de las categorías en que está permitido hacerlo, gastan el dinero “en casas particulares, en restaurantes particulares y ese dinero ayuda a esas familias a echar pa’lante”.
"Siempre nos quedamos en casas particulares y comemos en restaurantes particulares", añadió en referencia a los viajes que él realiza con sus alumnos, algo que considera una entrada económica que dejarán de percibir esos cubanos.
En lo que respecta a la reducción de la cantidad de dinero que se puede enviar mensualmente, señala que ahora tal vez hay muchísimas personas que si pensaban abrir un negocio ya no lo harán, o se lo pensarán más para hacerlo.
El profesor cubano insta a que el Gobierno de Trump escuche no solo las voces que tratan de imponer viejas recetas que en esencia afectan básicamente al cubano de a pie.
Insiste en que dichas medidas “son crueles” y que “no son populares”, y argumenta que no lo son porque en primera instancia a quien aprietan es al pueblo cubano.
En su extensa reflexión Lazo relata cómo sus alumnos en la calle se han quitado sus zapatos para regalárselos a niños cubanos con los que han estado jugando fútbol, o la alegría que les llevan a las personas con las que comparten en todo momento en la Isla.
El profesor -residente en Seattle- ha dicho que su corazón está partido por la mitad porque Cuba es su madre y Estados Unidos es su padre. “Yo como hijo de esas dos naciones quiero ver a mi padre y a mi madre dándose la mano”, añade.
No obstante, considera que “el amor siempre triunfa, el amor siempre gana”, y que tarde o temprano medidas como esas acabarán cayendo por su propio peso, como otras ya lo fueron en el pasado.
Finalmente, ha dedicado los últimos tres minutos de su intervención a declamar un poema de su autoría titulado "Razones de amor", que dedica a quienes le preguntan por qué a pesar de vivir en Estados Unidos no quiere olvidar sus raíces ni sus orígenes.
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