Un día como hoy nace Alegrías de Sobremesa

El programa, fundado por el escritor Alberto Luberta, reflejaba la cotidianidad del cubano con un fino humor criollo y contó en un su elenco con grandes actores y presentadores como Marta Velazco, Eduardo Rosillo, Aurora Basnuevo, Mario Limonta, y Martha Jiménez Oropesa.

Alberto Luberta, fundador de Alegrías de Sobremesa © Juventud Rebelde
Alberto Luberta, fundador de Alegrías de Sobremesa Foto © Juventud Rebelde

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Este artículo es de hace 5 años

Este lunes se celebra la primera emisión hace exactamente 54 años del programa Alegrías de Sobremesa, que durante décadas alegró y acompañó a los cubanos hasta que dejó de transmitirse en junio del 2017.

El programa, fundado por el escritor Alberto Luberta, reflejaba la cotidianidad del cubano con un fino humor criollo y contó en un su elenco con grandes actores y presentadores como Marta Velazco, Eduardo Rosillo, Aurora Basnuevo, Mario Limonta, y Martha Jiménez Oropesa.


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Surgido el 15 de abril de 1962, el espacio comenzaba con la música de La Orquesta Aragón, y hacía reír a miles de oyentes con sus historias llenas de picardía en las que aparecían muchas veces Estelvina (Aurora Basnuevo) y Sandalio “El volao" (Mario Limonta) junto a otras personajes imprescindibles en la trama del programa que tomaba como escenario un edificio de apartamentos.

Alegrías de Sobremesa tuvo más de 30 000 transmisiones y retrasmisiones durante sus 52 años y sus oyentes pertenecían a cualquier ámbito generacional, aunque las personas de tercera edad eran las más asiduas al espacio.

Durante los últimos años de su vida Luberta, quien falleció en enero de 2017 a los 85 años, mostró preocupación por la posible desaparición del programa por falta de guionistas que pudieran continuar su labor.

Lamentablemente los vaticinios de esta excelsa figura de la radio cubana se cumplieron y el espacio finalizó sus emisiones dejando a miles de cubanos sin uno de sus programas favoritos.

Luberta, incluso, llegó a decir que terminaba el programa si no encontraba un sustituto cuando escribiera el último guion y pidió ayuda al Centro Promotor del Humor para encontrarlo pero no fue posible.

A más de dos años de su desaparición los cubanos siguen extrañando esas historias en las que se escuchaban las bromas de los personajes sobre la vida de los vecinos, la llegada de un familiar de otra provincia, los rumores amorosos sobre una joven vecina o las tramas más peculiares del barrio cubano.

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