El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha condenado la expulsión por "motivos políticos" del estudiante universitario, Jorge Enrique Cruz Batista, de la Universidad “Ignacio Agramonte”, en Camagüey.
Cruz Batista, alumno del tercer año de la carrera de Arquitectura, fue acusado de haber sido uno de los autores de los carteles aparecidos en enero de este año en ese centro de estudios, que decían: "Abajo Díaz-Canel".
“El Observatorio Cubano de Derechos Humanos denuncia que estos hechos violan la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en particular, los derechos a libertad de opinión y de expresión y el derecho a la educación", subraya una nota divulgada por la OCDH, organización sin ánimo de lucro constituida en el año 2009 y con sede en Madrid.
El Observatorio "exige la reincorporación de Jorge Enrique Cruz Batista a la universidad", y añade que “la organización estudiará si incluye a la rectorías de las universidades de Camagüey y Santa Clara en el listado de organizaciones represivas” cubanas, pues “ambas han sido denunciadas en numerosas ocasiones por su historial de expulsiones por motivos políticos”.
El OCDH cita como ejemplo el caso del fallecido opositor Harold Cepero -que murió junto a Oswaldo Payá en el 2012- pero que previamente había sido expulsado de la Universidad de Camagüey por motivos de opinión.
Añade, además, que “estudiará pedir sanciones internacionales contra Santiago Lajes Choy, rector de la universidad camagüeyana, y Adrián Cancino, el funcionario que dirigió la ‘comisión disciplinaria’”.
Henry Constantin, director de La Hora de Cuba, difundió este lunes la noticia de la expulsión del estudiante cubano, como consecuencia de un “proceso investigativo relámpago”, llevado a cabo en la última quincena de marzo, y que concluyó con la expulsión del citado estudiante de su centro de Educación Superior, según ha confirmado una fuente anónima citada por Constantin.
Cruz Batista habría contado a sus compañeros que fue interrogado por agentes del MININT en Villa María Luisa, antigua casona del reparto Garrrido donde está enclavada la sede de la Seguridad del Estado de esa provincia.
De acuerdo con el citado medio independiente, durante el interrogatorio, coaccionaron a Cruz Batista para que confesara ser autor de uno de los carteles, bajo la promesa de que si declaraba podía irse y seguir con sus estudios.
Sin embargo, días después le notificaron que estaba expulsado definitivamente de la Educación Superior en Cuba, y le advirtieron, además, de que más allá de que pudiera apelar, el mandato era que abandonara la instancia universitaria de inmediato.
Otro alumno castigado por el mismo hecho, nombrado Alexander y que estudia Ingeniería Civil, habría recibido una sanción menor que le permite estudiar nuevamente aunque solo en la modalidad "a distancia".
Jorge Enrique Cruz no ha ofrecido declaraciones a La Hora de Cuba por estar esperando el resultado del "proceso de apelación", aunque sí precisó que todo lo que quería era poder reintegrarse a sus estudios y graduarse.
Previamente la Universidad de Camagüey expulsó de su puesto a un profesor (José Raúl Gallego) y citó para interrogatorios, amenazó o investigó a otros jóvenes por textos publicados en blogs propios o por hacer comentarios críticos en Facebook.
José Raúl Gallego ha sido justamente una de las personas que se ha solidarizado en las últimas horas, a través de las redes sociales, con Jorge Enrique Cruz Batista.
"Otro estudiante coaccionado, instrumentado y expulsado de la Universidad de Camagüey por sus ideas políticas. Otro estudiante al que se le priva de su derecho constitucional de acceso universal y gratuito a la educación por el solo hecho de pensar diferente y expresarlo. Otra vez quienes dirigen la Universidad de Camagüey erigiéndose como "valladar inexpugnable" de algo que llaman Revolución, un concepto abstracto que aplican a conveniencia", ha escrito José Raúl Gallego en su perfil de Facebook.
"Esa es Cuba. Por más que se disfrace en discursos de tolerancia, derechos humanos y apertura cuando resulta conveniente, esa es la verdadera cara del sistema. Un sistema político tan endeble y desconfiado de sí mismo que no puede tolerar que un jovencito ponga en una pared que no está de acuerdo con el presidente. A veces para autoconsolarnos queremos creer que esto es una injusticia producto de un error humano, pero no, es la naturaleza del sistema, y mientras nos quedamos callados o intentamos justificarlos, estamos contribuyendo con ese mismo injusticia estructural, que un día, también vendrá a por nosotros si 'cruzamos la raya', concluyó Gallego.
Los carteles aparecieron el domingo 13 de enero escritos en una pared de la Facultad de Construcciones, y enseguida generaron un fuerte despliegue de la Seguridad del Estado.
Justamente en este mes de abril se cumplen dos años de que la Universidad de Villa Clara "Marta Abreu" expulsara a otra estudiante universitaria, Karla María Pérez González, que cursaba el primer año de la carrera de Periodismo, por colaborar con el movimiento opositor Somos+.
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