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El municipio santiaguero de Contramaestre, primero en el país en introducir el cultivo de langostas de agua dulce, ahora también pretende ser pionero en la exportación del preciado crustáceo, con capturas que oscilarán entre una y una tonelada y media por año.
A pocos días de la visita de Miguel Díaz-Canel al territorio santiaguero, se ha sabido del plan de comenzar a comercializar este producto en el mercado internacional, a la vez que se pretende aumentar el volumen de la captura al ritmo de una o una tonelada y media por año.
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Una nota publicada en un medio local segura que la iniciativa de desarrollo local es única de su tipo en el país y se realiza en la Estación de Alevinaje Carlos Manuel de Céspedes, donde se siembran los crustáceos en dos estanques de 200 metros cuadrados cada uno.
El director de la entidad declaró que a raíz de la visita del mandatario, se comprometieron a elevar la cantidad de langostas a exportar, de una tonelada a tonelada y media, porque el territorio tiene condiciones idóneas, como una temperatura entre los 28 y 32 grados. Para el 2020, aseguró que exportarán 2.5 toneladas.
Aclaró que el crustáceo que no tenga calidad exportable “lo pondremos en los restaurantes especializados del municipio, de la provincia, y en los hoteles según sea la decisión de la provincia”.
El crustáceo que no tenga calidad exportable lo pondrán en los restaurantes especializados del municipio, de la provincia, y en los hoteles según sea la decisión de la provincia
Todo esto contrasta con que sea Santiago uno de los tantos territorios en Cuba donde buena parte de sus hijos nunca han comido ese crustáceo, uno de los alimentos ausentes en su mesa, que solo se puede conseguir a altos precios, gracias en gran medida al mercado informal, una ruta que señala a Manzanillo como principal emisor.
En las paladares de la urbe, por su parte, una cola del exquisito crustáceo llega a costar, dependiendo del tamaño, hasta 15 CUC.
A pesar de que Cuba es un archipiélago rodeado de mar, y tiene una larga tradición culinaria relacionada con el pescado y los mariscos, la langosta es una rareza en las mesas de la mayoría de los cubanos, muchos de los cuales desconocen por completo su existencia.
No ocurre lo mismo, sin embargo, con algunos de sus altos dirigentes, como quedó evidenciado hace unos meses con unas imágenes de Mariela Castro, hija de Raúl Castro y directora del Cenesex, en las que se le veía en La Habana degustando el exquisito plato junto a la cantante española Pastora Soler.
Hace pocos días, se conoció que el gobierno de Cuba ingresa 63 millones de dólares anuales por exportación de langosta y camarones, productos que son los que más se venden en las paladares, que los comercializan con el siempre presente temor de las inspecciones y los decomisos, pues son alimentos que su venta y almacenamiento se mueve en el limbo de la legalidad.
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