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Más de 400 cubanos cubanos han recibido ya un certificado de salud, emitido por el Ministerio de Salud de Panamá, que les permite cumplir con el requisito que exigen las autoridades de Costa Rica para dejarlos entrar al país.
Una fuente del Servicio Nacional de Migración, citada por un medio local, indicó este viernes que los primeros 400 cubanos que estaban alojados en el albergue de Los Planes, en Gualaca (Chiriquí), han continuado viaje de forma ordenada rumbo a la frontera con Costa Rica, en el sector de Paso Canoas.
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El propósito de los cubanos es seguir en caravana su viaje por Centroamérica, con el objetivo de llegar a la frontera con Estados Unidos y solicitar asilo.
La fuente señaló que la salida de los cubanos ilegales en Panamá está siendo de forma paulatina y que están siendo trasladados en pequeños grupos a la frontera.
Una vez en Costa Rica, reciben un salvoconducto que les permite transitar por el territorio tico con destino a Nicaragua.
Según las autoridades panameñas de Migración, se espera que lleguen unos 400 cubanos más al albergue de Los Planes para que, tras un trámite similar, puedan continuar con su travesía.
La noticia llega luego de que hace pocos días los presidentes de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Costa Rica, Carlos Alvarado se reunieran para tratar la situación de los migrantes.
"Los países están cooperando, es un corredor silencioso. Los están sacando de 50 en 50 repartidos en ómnibus de 25 plazas, previo examen médico que certifica el buen estado de salud", explicó recientemente a Radio Televisión Martí el activista cubano Yonimiler del Río.
Sin embargo, el acceso posterior a Nicaragua es toda una incógnita, que podría desembocar en una nueva crisis migratoria. Hay que recordar que en 2015 el Gobierno de Nicaragua cerró la frontera y desplegó al ejército para impedir el ingreso de los cubanos en su territorio. En aquella ocasión las fuerzas policiales impidieron el paso de unos 800 cubanos.
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