A pocos días de empezar a implementarse en Cuba el cobro del exceso del equipaje acompañante en los ómnibus nacionales, viajeros cubanos han expresado a la prensa local su inconformidad con aspectos de la medida.
Mientras las autoridades continúan con su discurso de que la norma pretende “facilitarle a la población la transportación de sus pertenencias” pues el no hacerlo “propiciaba malestares en los clientes, así como la ocurrencia de ilegalidades”, pasajeros muestran su malestar por el elevado precio a pagar.
Así dijo al periódico Invasor Rogelio Castro Suárez, avileño vecino de Nueva Gerona, Isla de la Juventud, para quien las tarifas “no se corresponden en nada con los salarios reales devengados por el pueblo trabajador”.
También Eider Rodríguez Guilarte, opina que no es lógica la medida de que se cobre individualmente. Él viaja con frecuencia a La Habana acompañado de su esposa, y acostumbran a trasladar las pertenencias de ambos en un solo maletín, el cual supera los 20 kilogramos exentos de pago.
“No es lo mismo pagar lo equivalente a dos o tres kilogramos por encima de lo legislado por pasajero, que unos 22 o 23 kilogramos de más en esa sola valija con la que a menudo viajamos mi compañera y yo”, explicó.
El pasado 10 de enero el gobierno comenzó a cobrar por el sobrepeso de maletas y bultos en los viajes interprovinciales, con tarifas que van desde 10 pesos hasta 750 pesos. Los primeros 20 kilogramos están exentos de pago.
Madelis Gil Moreno, jefa de turno comercial en la Terminal de Ómnibus provincial de Ciego de Ávila, recordó que el boletín de los clientes que reciban ese servicio tendrá un cuño que dice “sobrepeso”.
Ese comprobante, donde está plasmado el importe abonado, debe conservarse; si se extravía y el usuario hace trasbordo, tendrá que pagar de nuevo.
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