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Lucía Pérez Morera, residente en La Habana, cuestionó en le medio oficialista Trabajadores cómo un empleado estatal puede cubrir determinados gastos, incoherentes con el salario que recibe.
“Cómo una persona que trabaja para el Estado puede cubrir con su salario, un gasto de casi 300 CUC por el arreglo de un refrigerador”.
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La mujer, vecina del municipio de Guanabacoa, tenía en su poder un refrigerador LG que un día dejó de funcionarle.
Ante esta problemática, llevó su equipo electrodoméstico a los talleres particulares del reparto El Nalón, en Guanabacoa. El mecánico que revisó el refrigerador le informó que solo tenía dañado el compresor y “la solución era buscar uno de ⅙”.
No obstante, se le indicó que la presencia de la pieza en los talleres era escasa y que su valor rondaba los “200 CUC y la mano de obra de los mecánicos particulares otros 70”
Lucía entonces, acudió a los talleres de TRD y Copextel, propiedad del Estado Cubano, para comprobar lo que se le había dicho. En los centros se le indicó que “esos precios no los ponen ellos, sino el Ministerio de Finanzas y Precios”
Muchas han sido las quejas parecidas a las de Lucía. Una vecina de Regla comentó al medio de prensa Trabajadores, que en su municipio solo existe un taller de refrigeradores Haier y que tuvo que esperar un año para que lo repararan. Según indicó la vecina de Regla, el coste fue de 950 MN.
Los bajos salarios que Cuba paga a sus empleados estatales frente al elevado coste de las necesidades básicas de los trabajadores, ha sido un tema criticado por organismos internacionales y grupos opositores en la isla.
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