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Una serie de telegramas de la embajada de Brasil en La Habana revelaron que la creación del Programa Más Médicos fue una propuesta del Gobierno cubano.
Así lo confirmaron documentos obtenidos por el diario Folha de S.Paulo, que detallaron que el acuerdo se gestó un año antes de que la entonces presidenta Dilma Rousseff lo presentara.
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Estos telegramas se mantuvieron en secreto durante cinco años y detallaron que las negociaciones entre ambos gobiernos se llevaron en secreto para evitar las críticas de los galenos brasileños y del Congreso.
El primer paso para llevar a cabo el sigiloso plan fue crear la Empresa de Servicios Médicos Cubanos (SMC) en 2011.
En este sentido el portal OGlobo, que también se hizo eco de los citados documentos, detalló que el 23 de abril de 2012 el representante de negocios de la embajada brasileña en Cuba, Alexandre Ghisleni, se reunió con Tomás Reinoso, vicepresidente de Negocios de la SMC.
En aquel encuentro Reinoso dijo que conocía el debate que había en Brasil sobre la revalidación de diplomas, así como la utilización de galenos foráneos para solucionar el déficit de profesionales sanitarios. El diplomático de la Isla también explicó que, incluso, "una misión cubana ya había visitado el territorio carioca".
La pieza angular del entramado fue la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que se convirtió en el principal aliado para que el acuerdo se pusiera en marcha sin necesidad de contar con la autorización del Congreso.
El Gobierno de Brasil contrató a esta institución, que a su vez se encargaba de contratar a los galenos de la mayor de las Antillas. Se trataba de justificar que los dirigentes brasileños no tenían relación directa con la llegada de los médicos de la Isla.
El plan inicial era enviar 6.000 médicos a las regiones de la Amazonia brasileña. "Ese contingente de médicos se dirigía a las regiones de la Amazonia brasileña en que no hubiera médicos brasileños interesados en llenar las vacantes existentes", recogió unas de las comunicaciones.
Las pretensiones de Cuba era obtener 8.000 dólares por médico, pero luego pasó a 5.000. Mientras que Brasil sugirió 4.000 dólares, siendo 3.000 para el gobierno cubano y los 1.000 restantes para el galeno.
Los dirigentes del país sudamericano aceptaron las exigencias de Cuba, las cuales han sido claves para que Bolsonaro pidiera cambios en el programa sanitario.
En este sentido el Gobierno de la Isla consiguió que no se realizaran evaluaciones a los médicos, al mismo tiempo que logró que los médicos cubanos no trabajaran fuera del programa.
Además cualquier cuestión jurídica respecto al acuerdo se tendría que dirimir ante las autoridades judiciales de La Habana.
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