Las calles de la capital se encuentran en estado crítico. Una solución real, y no una “curita”, es imposible para el Gobierno porque según dice solo cuenta con el 63 % del asfalto necesario para las obras.
El periódico Tribuna de La Habana explicó que se requieren "alrededor de 300 000 toneladas de mezcla asfáltica anual y una capacidad de bacheo de más de 48 000 toneladas", pero que la situación actual de país no lo permite.
La solución que encontraron fue priorizar las vías por donde circulan los ómnibus de la Empresa Provincial de Transporte, que informó cuáles son los tramos más afectados por los agujeros.
Las autoridades de la Isla están conscientes del vergonzoso estado en que se encuentran las calles y del peligro que representan para el tránsito los huecos, los cuales han causado no pocos accidentes.
Muchos alegan, con razón, que aunque el Estado importe más ómnibus, el transporte no mejorará si las vías continúan en malas condiciones. Hasta Gerardo Hernández Nordelo, uno de los cinco espías, denunció en Internet un legendario hoyo en una avenida de Arroyo Naranjo donde los vecinos, hartos de esperar por una solución, sembraron calabazas.
Recientemente un trabajador de la empresa Ecoing 5 anunciaba con “bombo y platillos” que la importante avenida Ayestarán, en La Habana, estaba siendo reparada con una tecnología de “primer mundo”, procedente de Polonia.
El problema, por supuesto, trasciende las fronteras capitalinas. Recientemente el reconocido actor Luis Alberto García sufrió un grave accidente junto a su familia, al caer su auto en un enorme bache en la autopista rumbo a San Antonio de los Baños. “Bien podrían dejar de edificarse unos cuantos hoteles y campos de golf y otras chucherías por el estilo y darnos calles y caminos más decentes ahora, no en el 2030”, señaló.
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