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El mal estado de las calles que comprenden el céntrico cruce Cuatro Caminos, en La Habana, representan un peligro para la circulación vial, en especial para los portentosos vehículos articulados que alivian la deteriorada situación del transporte público en la capital de Cuba.
Según denunció un vecino de la zona a la sección Cartas a la Dirección, del diario Granma, los choferes de ómnibus “sufren” cada vez que deben cruzar la referida intersección y las autoridades del tránsito son conscientes de ello.
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“Me pregunto si nadie, en una esquina tan céntrica como es la de Cuatro Caminos, se ha percatado de la situación que presentan las vías en ese lugar, así como el trabajo que tienen que pasar los choferes de los carros articulados y no articulados para poder cruzar”, escribió Guillermo Chalita Pieras, del Reparto California en San Miguel del Padrón.
Guillermo había efectuado otra queja pública unos cuantos meses antes, en relación a un bache “que cada día se tornaba más profundo en la Calzada de 10 de Octubre”. El hueco, que entorpecía la circulación en las calles aledañas a Agua Dulce, fue arreglado eventualmente.
“Las autoridades que dirigen el transporte en esta ciudad son conscientes de lo que sufren los ómnibus o cualquier vehículo automotor cuando circulan por calles llenas de baches y lo que implica para la economía de este país el tener que arreglarlos”, sostuvo el hombre.
De nada sirve, añadió, que el Estado siga importando ómnibus nuevos si las calles por donde circulan están en malas condiciones, y los mismos estén sujetos a un régimen de explotación para el cual no fueron diseñados.
Guillermo hizo extensivo el llamado a “la situación que presenta la esquina descrita a la Calzada de Luyanó que no hace mucho se reparó completamente, incluyendo todas sus redes técnicas soterradas” y hoy parece estar en un estado similar o peor al anterior. “Los invito a que la visiten para ver en qué condiciones se encuentra en estos momentos”, instó.
“Quiero aclarar que solo he mencionado dos casos, pero las calles de nuestra ciudad están llenas de ejemplos como los planteados”, concluyó Chalita Pieras.
Hace poco más de un año, un camión de Comunales que recogía basura en el capitalino municipio de 10 de Octubre quedó atrapado en uno de estos baches, resultados de la escasez de recursos, la falta de mantenimiento y la poca profesionalidad de los constructores y supervisores viales.
Este triste panorama no es único de La Habana, sino que se expande por todos los municipios y provincias, e incluso afecta determinados tramos de la Autopista Nacional, donde han reportado baches “del tamaño de una piscina”.
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