Pedro Pablo Pichardo ha encontrado en Portugal el escenario ideal para competir, tras dejar atrás años de sufrimiento en Cuba.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) autorizó el pasado mes de septiembre al atleta a competir con el país luso a partir del 1 de agosto de 2019, a pesar de que adquirió la nacionalidad de esta nación en noviembre de 2017.
Para el saltador, que actualmente defiende los colores del Benfica, la decisión de irse de la Isla cambió su carrera. "No lamento haber dejado Cuba, ha sido la mejor decisión de mi vida", aseguró durante una entrevista con AFP.
"Quiero mostrar mi reconocimiento a los portugueses ganando trofeos", agregó.
Su ambición y trabajo son los mejores indicativos para hacer realidad este deseo. De hecho la temporada 2018 ya ha valido para que firme la mejor marca mundial del año con un salto de 17.95 metros.
"Francamente, lo puedo hacer todavía mejor, quería los 18 metros", reconoció.
Muy lejos queda el abril de 2017, cuando abandonó la concentración de la selección de Cuba en Alemania. Su fichaje por el club portugués fue la antesala para optar a un futuro mejor. Sin embargo las autoridades de la mayor de las Antillas le prohibieron al entrada al país hasta 2025.
Además tuvo que hacer frente a las trabas burocráticas que le impidieron disputar el Mundial 2017 y en el reciente campeonato de Europa, ganado por Nelson Evora.
"Dormía en el suelo"
Sus retos deportivos contrastan con la precariedad y cúmulo de dificultades que encontraba a diario cuando estaba en el territorio cubano.
"Dormía en el suelo, en las gradas del estadio, me daban un poco de pan con café... No lo soportaba más", relató.
En la actualidad trabaja con su padre, algo que no era posible en Cuba puesto que le imponían los entrenadores. "No tienes otra opción que seguir al régimen. O estás con ellos o te vas", lamentó.
Atrás quedan los años en que hacía trayectos en tren de hasta 18 horas para competir en los campeonatos nacionales que se disputaban en La Habana.
Una experiencia que no olvida y que también le ayuda a prepararse en la actualidad. La mente del luso-cubano se centra en el Mundial de Catar que se disputará entre septiembre y octubre de 2019.
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