Con una hoja de servicios pletórica de gloria, el cubano nacionalizado portugués Pedro Pablo Pichardo puede catalogarse como uno de los mejores triplistas en la historia del atletismo mundial.
Su palmarés lo respalda: oro olímpico (Tokio 2020), bicampeón planetario (Eugene 2022 y Belgrado indoor 2022), titular europeo (Múnich 2022) y doble continental bajo techo (Torun 2021 y Estambul 2023).
Pichardo fue competitivo en representación de su tierra natal y protagonizó duelos de lujo con otra leyenda de la especialidad: el estadounidense Christian Taylor, dos veces monarca olímpico en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
Justamente, el santiaguero intentará emular al norteamericano en París 2024, pues va en busca de su segunda corona consecutiva, aunque el panorama parece complicado por la nueva generación de saltadores que viene empujando.
A sus 31 años, el luso perdió hace algunas semanas ante su compatriota nacionalizado español Jordan Díaz en el Campeonato Europeo. La lid trajo chispas entre ambos, al punto que tuvieron un altercado en el comedor de la villa de los atletas y luego en las redes sociales.
El 11 de junio, Díaz, de apenas 23 años, alcanzó los 18.18 metros para llevarse la medalla de oro, con récords español y continental, además del tercer mejor registro de todos los tiempos, al quedarse a solo 11 centímetros de la primacía mundial en poder del británico Jonathan Edwards.
No obstante, el concurso fue sumamente reñido, pues el portugués clavó sus pinchos en 18.04 para colgarse el metal plateado, solo que nadie esperaba su postura ante la validez del resultado del ganador.
En una extensa publicación en Instagram, Pichardo manifestó públicamente su duda por el salto de Díaz, y preguntó: “¿Por qué se apagó la regla electrónica en ese momento? ¿Cómo sabemos que realmente era de 18.18 metros?”.
El monarca olímpico y universal expresó que le “gustaría que European Athletics, World Athletics y los jueces encargados dieran una rápida respuesta y aclaración sobre lo que pasó en el foso en el momento en el que el atleta de España hace esa gran marca”.
Y prosiguió: “En una competición de ese nivel no es normal hacer una gran marca con la regla electrónica apagada”.
De igual manera, relató que su rival salió “celebrando sin siquiera darse cuenta de dónde había aterrizado ya que la regla ya estaba apagada, pero parece que ya sabía que me había superado incluso antes de la medición y sin tener encendida la regla electrónica”.
El actuar de Pichardo generó mayor controversia entre los exponentes desarrollados en la escuela cubana de saltos, que aparecen como los grandes favoritos de la modalidad para el título en los Juegos Olímpicos.
Desde la clasificación, ambos habían mostrado un excelente estado de forma, pero igual llegaron a lanzarse varios mensajes en las entrevistas realizadas en la zona mixta.
Todo ello alimenta la pugna del triple masculino en París, que tendrá su clasificación el venidero miércoles 7 de agosto.
Pichardo, quien abandonó la delegación de Cuba en Stuttgart, Alemania, en abril de 2017, tendrá otro rival de peso en Andy Díaz, un coterráneo que brilla bajo la bandera de Italia.
Además, la delegación oficial de Cuba presentará al campeón bajo techo Lázaro Martínez y a Cristian Nápoles. Tampoco pueden olvidarse el burkinés Hugues Fabrice Zangho y el joven jamaicano Jaydon Hibbert.
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