Una madre cubana afectada por la enfermedad del Lupus lleva meses viviendo en un pequeño cuarto improvisado a partir de los escombros de su antigua casa, luego de esperar siete años por un subsidio del Estado.
Según denunció a Juventud Rebelde, la villaclareña Magalys Hernández Martínez y su hija de 27 años habían solicitado un subsidio al Gobierno en 2011, debido al estado crítico en el que se encontraba su vivienda. La demora de las autoridades fue tal, que lo poco que quedaba en pie del inmueble quedó derribado con el paso del huracán Irma, el pasado año.
Desde San Juan de las Yeras, en la localidad de Ranchuelo (Villa Clara), Magalys explica que su situación empeora, dado que tanto ella como su hija padecen de Lupus Eritomatoso Sistémico (LES) grado II, una enfermedad autoinmunitaria crónica que puede llegar a ocasionar lesiones inflamatorias en múltiples órganos.
Antes de la llegada del huracán, Hernández no dejó de visitar las sedes del Gobierno en el territorio (no aclara si municipal o provincial) recibiendo únicamente evasivas. “No me lo aprobaban, pero tampoco me lo denegaron”, dijo.
En agosto de 2017, en una reunión efectuada con la solicitante y todos los factores implicados, en la sede del Partido Provincial, se acordó que con “el primer dinero que entrara en el mes de septiembre” se le otorgaría el postergado subsidio.
Pero en eso llegó el huracán a la provincia, donde causó un total de 51.577 afectaciones en el sector de la vivienda, 3.476 derrumbes totales y 5.676 parciales, además de las cuantiosas pérdidas en los techos de hogares e instalaciones estatales, que suman más de 40.000.
“Realicé todos los trámites pertinentes para dejar mi casa asentada como afectación del ciclón; me visitaron las comisiones y se hizo la boleta, firmada por todos los funcionarios que visitaron la vivienda”, refirió Magalys.
Sin embargo, Vivienda rechazó la petición “porque yo estaba esperando un subsidio... que nunca llegó”. “Ahora vivimos en un cuartico, que tuve que construir por mis propios medios, con lo poco que me quedó de lo que era la vivienda”, lamentó la mujer.
Magalys ha visitado nuevamente instancias del Gobierno en el territorio y no le han dado una explicación de qué sucedió con los materiales que debieron otorgarle como afectada del fenómeno meteorológico o con el retrasado subsidio. “Y ella y su hija, con el peso que las agobia se han quedado en un limbo”, destaca el periódico.
Según datos oficiales del pasado lustro, Cuba cerró el año 2016 con un déficit de 880.000 viviendas, de frente a un deteriorado fondo habitacional de 3.8 millones de hogares y con problemas "críticos" en grandes urbes como La Habana y Santiago de Cuba.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: