El ministerio de Turismo de Cuba (MINTUR) ha asegurado este jueves que en los meses transcurridos de este 2018 Cuba ya ha rebasado los 3 millones de visitantes extranjeros; ello pese a la caída del 6.5 % en el primer semestre, caída atribuida sobre todo a la drástica disminución de viajes de norteamericanos por el aumento de las restricciones del Gobierno de Trump.
No obstante, el comunicado difundido por el MINTUR asegura que en general la llegada de viajeros internacionales continuó su tendencia ascendente en 2018, lo que demostraría "la confianza y el reconocimiento alcanzado por el turismo cubano como un destino de paz, salud y seguridad".
A la cabeza de los principales mercados emisores de turistas a la Isla se mantiene Canadá, seguido por Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia, España, México, Argentina y Chile.
De acuerdo con la escueta nota ministerial, estos resultados serían la antesala del invierno (temporada alta) en la que se esperan "cifras superiores a las alcanzadas en igual período de la etapa anterior".
Cuba recibió 2.505,874 millones de turistas entre enero y junio de 2018; 152.354 visitas menos que en el mismo tramo de 2017, de acuerdo con datos de especialistas del sector.
El turismo estadounidense en Cuba cayó durante el primer semestre de este año un 23.6 % en relación con el mismo período de 2017 debido, entre otros factores, a las restricciones impuestas a los viajes individuales desde EE.UU. y a los presuntos "ataques sónicos" a diplomáticos norteamericanos en la Isla.
Entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año visitaron Cuba 82.269 turistas estadounidenses menos que en el mismo período de 2017 (348.713), de acuerdo con la consultora especializada estadounidense The Havana Consulting Group.
El Gobierno cubano se ha marcado la meta de que este año la Isla reciba cinco millones de turistas, y batir así un nuevo récord, después de los casi 4.7 y 4.5 millones de viajeros que arribaron en los dos años anteriores, respectivamente.
El turismo es la segunda fuente de ingresos de Cuba, la primera es la venta servicios profesionales (especialmente médicos) al exterior, lo que supone una contribución del 10 % al producto interior bruto (PIB).
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