Descontentos como estaban desde que en 2017 fueran recortadas sus ganancias como cuentapropistas contratados por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), a partir de diciembre los agentes de Telecomunicaciones deberán asumir cambios en sus impuestos.
Recordemos que en octubre pasado se redujeron las comisiones que recibían estos actores privados por promover y comercializar de forma minorista los productos y servicios que les suministra de forma mayorista ETECSA.
Hasta ese momento la remuneración equivalía al 10% de las ventas y uno estaba cómodo”, asegura Ernesto, agente de Telecomunicaciones de La Habana.
“Ahora se gana entre un 3 y 10%. Quien más vende, menos obtiene. Eso no hay quien lo entienda. Son decisiones contradictorias, que van en contra de las más elementales prácticas comerciales y que se toman sin contar con los trabajadores.
“Es antieconómico no estimularnos. No entiendo por qué lejos de incentivarnos y permitir que ganemos según lo que hagamos, nos ponen un techo. Hay que propiciar que uno pueda trabajar para vivir, y no que se involucre en ilegalidades", afirma este ingeniero mecánico.
A esa realidad sumemos que ahora las nuevas medidas aprobadas para regir el sector no estatal en la Isla han creído necesario adecuar las cuantías a pagar por impuestos en correspondencia con la capacidad económica”.
De esa manera, a partir de diciembre los agentes de Telecomunicaciones que obtengan ingresos mensuales de hasta 2.500 pesos cubanos, se mantendrán pagando una cuota mensual fija de 20 pesos, que puede ser incrementada hasta 75 pesos por los gobiernos municipales.
Sin embargo, cuando dichos ingresos superen los 2.500 pesos, los impuestos se calcularán aplicando nuevos porcientos (ver Tabla) que, en palabras del informático Pablo, son casi prohibitivos.
"No queremos hacer desaparecer la empresa estatal socialista sino que nos dejen subsistir".
“Ni siquiera el marxismo plantea que ganar dinero honestamente sea delito”, aclara el economista Alberto, hijo de una agente de Telecomunicaciones de Pinar del Río. “A mi madre le bajaron el porciento de ganancia del 10 al 3 porque así 'no ganaría mucho'.
“¿De qué 'explotación del obrero' se habla si es ETECSA quien fija altos precios y un agente solo gana kilos? ¿Por qué sancionar a los que hacen mejor gestión de venta? La cosa no está en ponerle coto a los ingresos, sino en elevar los impuestos”, destaca.
A tenor con la joven agente matancera Claudia, los tributos estarían en correspondencia con la capacidad económica si no ganaran menos los que más venden. Nos están multando doblemente. Eso es injusto. Ya con los impuestos es bastante”.
Asimismo, agrega Julio desde Santa Clara, uno hace esto para satisfacer necesidades. Prácticamente somos trabajadores estatales. No es una actividad fácil porque exige estar pendiente de los clientes casi las 24 horas del día”.
De acuerdo con lo que se pregunta Jesús, agente de Telecomunicaciones de 61 años, "¿nos castigan por hacer las cosas bien? No creo que todo el que tiene licencia busque hacerse rico ni robar, sino ganar alguito. Nadie trabaja por amor al arte. Sin ganancia, no hay negocio”.
Al respecto, añade Caridad, quien se desempeña como agente en Viñales, "los cuentapropistas tienen derecho a tener dinero si lo ganan legítimamente con su emprendimiento. Son medidas hechas para hacernos más pobres porque consideran que tener dinero es deshonesto".
“Acercamos importantes productos y servicios a la comunidad y lo hacemos de manera eficaz. Le evitamos a la población aglomeraciones y largas esperas en telepuntos, minipuntos y otras unidades comerciales de ETECSA”, subraya la también arrendadora de habitaciones.
Desde la óptica del capitalino, el agente Camilo defiende que son "una importante fuente de empleo. Podemos incluso contratar a un trabajador. Seguimos las reglas y queremos que cuenten con nosotros, que nos consideren, no que nos corten cada vez más las alas”.
Autorizados a trabajar por cuenta propia desde 2014, los agentes de Telecomunicaciones han aliviado considerablemente las cargas de la telefonía cubana, una de las más costosas del mundo.
Especialmente en las zonas más cercanas a los puntos Wi-Fi y de baja densidad telefónica, los mismos han permitido extender la venta de tarjetas prepagadas, de telefonía fija, móvil y acceso a Internet, así como facilitar el cobro de facturas telefónicas.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: