A pesar de que algunas daban por sentado el augurio de que quedaría engavetada y nunca saldría de los estrechos circuitos festivaleros, la sátira política que es Sergio y Serguei tiene su premier nacional en Camagüey hoy miércoles, a las 8:30 de la noche, en el multicine Casablanca, con la presencia de parte de su colectivo de realización.
El mismo día que se estrene en Camagüey, el filme se exhibirá en La Habana, en los cines Yara, Chaplin y Acapulco. Los productores consiguieron evitar que el filme fuera pirateado, de modo que la ansiedad del público cubano por ver una película muy promocionada en todos los medios nacionales (a pesar de su complicado tema político) tendrá que resolverse en las salas de cine.
La práctica de estrenar en Camagüey, en lugar de hacerlo en La Habana, ha tomado forma desde hace unos años, cuando Fernando Pérez, y el propio director de Sergio y Serguei, Ernesto Daranas, estrenaron algunos de sus filmes en aquella ciudad para reconocer la muy notable atención que se le presta al cine en la capital de la provincia agramontina.
Después de estrenarse mundialmente en Toronto, y de ganar el premio del público en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Sergio y Serguei continuó ganando premios dentro y fuera de Cuba como el premio Caricato al mejor actor para Tomás Cao, el premio del público en el Festival Cinelatino de Toulouse, y el de mejor película de Centroamérica y el Caribe en el Festival Internacional de Panamá. Recientemente, fue laureado en el Havana Film Festival New York, y en el Festival Internacional de Cine de Gibara.
Precisamente Tomás Cao es el intérprete del protagonista, Sergio, un radioaficionado cubano y profesor de marxismo que, en 1991, se comunica con el último cosmonauta soviético, Serguei (Héctor Noas) quien se encuentra en una averiada estación orbital, hasta que consigue ser “bajado” gracias nada menos que a la colaboración de un periodista norteamericano, que interpreta Ron Perlman.
El actor Héctor Noas comentó en conferencia de prensa que el premio del público en La Habana fue el mayor aliciente para el equipo del filme después de dos años de intenso trabajo: “Quisiera que el público cubano y la prensa vieran que aunque la película aborda una situación histórico-social cubana, el periodo especial, no se enfoca solo en esa etapa. Es un filme hecho con mucho amor, respetuoso, inteligente, con metáforas sobre nosotros y nuestra cultura e idiosincrasia.
El hecho de que Daranas haya hecho una película así es la mejor forma de ser creativos y respetuosos con el público”.
Coproducción hispano-cubano-estadounidense, el filme cuenta con una visualidad espacial, cósmica, muy rara en el cine cubano. Ernesto Daranas obtuvo un gran éxito de prensa y público con las anteriores Los dioses rotos (2008) y Conducta (2014). Ambos factores se consideran garantes del éxito de público que debe tener Sergio y Serguei en Cuba.
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