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Gane quien gane, no habrá recepción oficial al ganador de la NBA en la Casa Blanca. El motivo es simple: los jugadores de los dos equipos finalistas, Cavaliers y Warriors, no tienen previsto acudir a la cita en protesta por las políticas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
La tensión entre varios deportistas de las ligas profesionales y el mandatario norteamericano ha ido en aumento en los últimos meses, sobre todo a raíz de la protesta que varios jugadores de la NFL protagonizaron al arrodillarse durante la interpretación del himno estadounidense en los partidos, lo que llevó a la Casa Blanca a cancelar la visita de los Eagles, campeones de la NFL este año.
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La Administración, por su parte, ha acusado directamente a los Eagles de la decisión de Trump de no recibirlos. Según ha explicado el Gobierno, el quipo intentó cambiar la fecha de la visita y además trató de reducir el número de personas que habían confirmado su asistencia.
“Se trata de algo típico de él y mientras se encuentre en la Casa Blanca, estas situaciones van a continuar”, ha dicho Lebron James a la agencia Efe. Y añadió: “Hay muchas cosas en las que nosotros creemos como americanos, que él no las apoya y también hay muchas personas que piensan que no hace nada por darle solución”.
Y precisó: “Creo que lo más importante y lo que permanece para toda la vida es lo que como deportistas conseguimos en el campo todos los profesionales que competimos en Estados Unidos y ganamos un título de campeones, sin tener en cuenta quién esté en la Casa Blanca, especialmente, si hay alguien como él (Trump)”.
Donald Trump también canceló la visita de Golden State a la Casa Blanca como campeón de la NBA 2017.
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