Lebron James, una de las figuras más carismática del deporte en Estados Unidos y para muchos el mejor basketbolista de la actualidad, se sumó a la polémica desatada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien en las últimas horas llamó "hijos de perra" - de modo general - a todos los atletas de la NFL que se niegan a escuchar el himno de la nación americana de pie, y lo hacen, con una rodilla en el piso.
La ex estrella de los Heats de Miami respondió a un tuit del mandatario republicano, quien le dijo a Stephen Curry - otra de las estrellas de la NBA - que "visitar la Casa Blanca era un gran honor. A lo que el astro de las Cavaliers le respondió vía twitter: "Era un honor, hasta que Ud. se apareció allí."
El origen del conflicto es viejo, y más que nada, es un problema que Trump parece querer ignorar tal y como hizo los primeros días después del conflicto desatado en el pequeño pueblo de Charlottesville, Virginia, por la retirada de las estatuas de los confederados, y que trajo como consecuencia la muerte de Heather Heyer y una decena de heridos.
En esta ocasión, las palabras de Trump - hijos de puta, o hijos de perra, según prefiera la traducción - fueron dirigidas a todos aquellos atletas afronorteamericanos - o no - integrantes de la National Football Associatioon, NFL, deporte nacional en los Estados Unidos, quienes han rechazado escuchar el himno de pie en señal de protesta por el tratamiento que en muchas ciudades del país da la policía a las personas de raza negra.
Trump dijo, durante un mitin en Alabama, que "los propietarios de la NFL deberían despedir a los jugadores que se arrodillan durante el himno nacional".
El presidente estadounidense explicó que le gustaría que cuando algún jugador no salude el himno de la manera correcta, de pie, los dirigentes de la NFL tomaran cartas en el asunto y que exigieran que "sacaran a ese hijo de perra del campo".
No ha sido una semana buena para Trump. No solo alarmó al mundo al proclamar en el edificio de las Naciones Unidas que los Estados Unidos estaría en capacidad y dispuesto a desaparecer del mapa a Corea del Norte, sino que además, inventó un país que no existe (Nambia).
Ahora se suma la retirada a la invitación del actual equipo campeón de la NBA, los Warriors, luego de que varios jugadores manifestaran su deseo de "no ir" a la Casa Blanca.
Kobe Bryant dijo que "un nombre que inspiraba ira y desunión no podía convertir a América grande una vez más", mientras que Chris Paul, otro jugador de la NBA, dijo que él dudaba que Trump fuera lo suficientemente hombre como para decirle en su cara a los jugadores de la NFL, "hijos de perra"
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