Las prisiones de mujeres en Cuba, son "un cementerio de mujeres vivas"

Según la abogada presa desde 2012, las condiciones de la prisión de mujeres en el Guatao “hay que sentirlas aquí”.

La abogada Marienys Pavó Oñate © Archivo de CubaNet
La abogada Marienys Pavó Oñate Foto © Archivo de CubaNet

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Este artículo es de hace 6 años

La abogada Marienys Pavó Oñate, esposa del abogado independiente Julio Ferrer Tamayo y quien se encuentra encarcelada desde 2012, contó a CubaNet sobre la situación que viven las mujeres en las cárceles cubanas: “Allí se vive de esperanzas, de indultos y amnistías que no existen, en esencia aquello es un cementerio de mujeres vivas”, afirmó.

Oñate se entrevistó con CubaNet un fin de semana de pase, y relató la historia de una joven de 20 años, apresada desde 2015 por ser "cómplice de asesinato".


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“Esta muchacha tiene un bebé que tuvo que entregar a su familia y lleva casi un año sin verlo, y cuando fue a la dirección a pedir que se le ayudara para que su papá pudiera ir”, la respuesta de la directora fue: “A mí no me importa, yo no tengo transporte para ir a tu casa y eso era algo que tu tenías que haber pensado antes de caer presa”.

La abogada ha sido sometida a dos juicios: en el de 2014 la acusaron de estafa, y en el de 2015 por delitos de tráfico de influencias, cohecho y falsificación de documentos.

De acuerdo con el testimonio de Oñate, el 40% de la población penal son profesionales.

Así, relata la historia de una “cirujana, magnífica persona que fue revocada a dos años más además de su sentencia original por una supuesta falsificación de documentos”.

Por otra parte, Oñate también alude al caso de la "directora económica de Bucanero, que fue el bombo hasta el otro día”.

“17 años una licenciada en Economía”, agrega.

También recuerda que en septiembre de 2015, cuando el indulto del Papa, “del interior penal se fueron 13 mujeres enfermas de difícil manejo”. Cuenta que muchas “necesitan psicofármacos fuertes, algún tratamiento que no se le pueda brindar en prisión o mantener la alimentación. No te vayas a creer que enfermo es cualquiera”.

“El hecho de que estemos recluidas no quiere decir que no tengamos derechos”, afirma.

Mayi, como muchos le llaman, dice con la “entrada de esta nueva directora se han visto más limitados”. Según ella, las condiciones de la prisión de mujeres en el Guatao “hay que sentirlas aquí”.

“Cualquier cosa que te cuente lo he vivido”, dice a CubaNet.

“En un lugar donde tienes que admitir que te avasallen muchas veces porque no saben actuar o porque no tienen el nivel necesario, tienes que aprender a tolerar y a ser humilde con quien cree que está perdiendo autoridad cuando uno reclama algo”, agrega.

En estos momentos, a Mayi le debe estar faltando poco tiempo para regresar a casa. “Debo estar en dos meses y medio en mi casa, sin que nadie me moleste nunca más”.

La abogada añade que “de una sanción de seis años, llevo seis años y siete meses, contando mi año completo de rebaja por mi conducta. Así que nadie me va a dar nada que no sea mío ya”.

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