Este jueves 19 de abril se produjo el relevo al frente de la presidencia de Cuba en la Asamblea Nacional del Poder Popular, que concluyó con la esperada llegada de Miguel Díaz-Canel y la marcha de Raúl Castro.
En su primer discurso como dirigente dejó claro que "no hay espacio para una transición que destruya tantos años de lucha", lo que ratifica que más que un proceso electoral se ha producido un proceso de continuismo político.
Ante el Parlamento unicameral, el mandatario dejó claro que aunque Castro se retira de la primera línea política, ya que tampoco formará parte del recién renovado Consejo de Estado, su opinión seguirá teniendo un enorme peso para el nuevo Gobierno.
El nuevo presidente de la mayor de las Antillas enfatizó que el mandato recibido por el pueblo "es dar continuidad a la Revolución cubana en un momento histórico y crucial".
En este sentido cargó contra el Gobierno de Estados Unidos, al que acusó de liderar un asedio a nivel político, económico, social y mediático.
El exvicepresidente, que se emocionó en la parte final de su discurso, alabó la figura de Raúl y Fidel Castro. Asimismo afirmó que no habrá espacio para los que aspiran a una "restauración capitalista".
La actualización del modelo económico y social del país también fue otros de los puntos estrellas de su intervención.
Hay que recordar que Castro abandona la presidencia sin reformar la Constitución tal y como anunció en 2016.
La designación de Díaz-Canel
Tras ser propuesto por la Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) para presidente del Consejo de Estado de Cuba y Consejo de Ministros fue elegido como presidente de Cuba este 19 de abril en votación con 603 votos de 604.
Los resultados de la votación, cantados por la Jefa de la Comisión Alina Balseiro, en un acto rápido y aplaudido al unísono en cada uno de sus actos por todo los presentes en la Asamblea, otorgaron el 99,83% de los votos al nuevo Presidente de Cuba, hasta ahora vicepresidente Díaz-Canel.
La propuesta de la Comisión de Candidaturas Nacional (CCN) a la presidencia, vicepresidencias y miembros del Consejo de Estado fue sometida por los miembros de la Asamblea, aprobando estos todas las candidaturas.
En un escenario preparado para un acto sin sorpresas, las únicas novedades fueron los resultados de aquellos candidatos que no obtuvieron el 100% de los votos. El resultado mínimo fue el de 603 votos, el mismo que obtuvo Díaz-Canel, posiblemente por haberse votado a sí mismos los propios candidatos.
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