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La prensa oficialista de la la Isla ha desplegado una amplia cobertura durante la Cumbre de las Américas en Perú para intentar hacer creer al mundo que la oposición en Cuba no existe, y que todo "es un invento".
A Lima viajó una delegación enviada por el Gobierno de Raúl Castro como representantes de la llamada sociedad civil cubana. Se han dedicado, desde su llegada, a gritar consignas y sabotear las intervenciones de los líederes de las organizaciones opositoras que también participan en el evento.
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Este jueves, por ejemplo, interrumpieron de manera abrupta el discurso del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a quien después llamaron "cínico".
Luego de que fueran excluidos de la reunión porque no permitían que el público escuchara las intervenciones de los opositores cubanos, dijeron que no había libertades en la Cumbre y que todo era una "patraña contra ellos".
Mirthia Julia Brossard Oris, la vocera de la coalición 15 integrada por la delegación del Gobierno cubano, tomó el micrófono y exigió a los organizadores la expulsión de "los mercenarios".
"Son aliados de terroristas los que están aquí, pagados por Estados Unidos y al servicio de potencias extranjeras, con una agenda de violencia hacia Cuba", dijo.
La prensa oficialista dio cobertura a los hechos y los calificó como un logro porque, gracias al escándalo, apenas se les escuchó a los demás.
Cuba no quiere dialogar. La delegación enviada desde la Isla solo pretende exponer sus ideas. Está dispuesto a escuchar, pero sobre otros países. "Con Cuba no se metan" ha sido uno de los lemas en esta VIII Cumbre de las Américas.
"Nosotros advertimos con tiempo que no íbamos a permitir la presencia aquí de mercenarios", dijo Mirthia Julia.
Por su parte, el embajador cubano Juan Antonio Fernández reteró que “Cuba no va a aceptar la presencia de mercenarios. La sociedad civil cubana no es la que se hospeda en lujosos hoteles o comparten con terroristas. Ellos escogieron el circo de la payasadas”.
La delegación oficialista, no obstante, llegó a Perú en un vuelo especial de la aerolínea estatal Cubana de Aviación, que no tiene itinerario directo hacia Lima. El viaje supondrá un coste para las arcas públicas de 300 mil dólares, según especialistas del sector consultados por CiberCuba.
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