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Más de un centenar de representantes de la Sociedad Civil Cubana llegaron el pasado domingo 8 de abril a Lima para tomar parte en la VIII Cumbre de las Américas, que acaparará la atención mediática los próximos 13 y 14 de abril.
La delegación cubana llegó a territorio peruano con un vuelo especial que duró cinco horas y media a bordo de la aerolínea estatal Cubana de Aviación, que no tiene itinerario directo hacia la capital de Perú.
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El viaje de "actores sociales, jóvenes, intelectuales, diputados, campesinos, cuentapropistas", tal y como detalló la prensa oficialista; supondrá un coste para las arcas públicas de 300 mil dólares, según especialistas del sector consultados por 'CiberCuba'.
En concreto desplazar el avión desde La Habana a Perú implica un desembolso de 150 mil dólares en la ida, incluido un vuelo de regreso con la aeronave vacía, y una cantidad idéntica para el viaje de vuelta en el momento que finalice la Cumbre.
Los gastos aumentan si tenemos en cuenta el número de representantes cubanos que han acudido. Aunque en la web de Cubana de Aviación no se puede extraer los datos de los boletos, ya que no hay vuelo directo a Lima; el mismo viaje con una compañía privada implica pagar cerca de 600 dólares. Bajo estos parámetros el coste de la delegación cubana superaría ampliamente los 60 mil dólares.
Desde el Gobierno de Cuba no se ha explicado lo que supone para las cuentas del Estado este viaje, como tampoco se han concretado los detalles del mismo.
El arribo de los representantes de la Isla se produjo en medio de cánticos a favor de la Revolución Cubana y con proclamas a favor de Fidel y Raúl Castro.
Su llegada también quedó marcada por la condena de la administración estadounidense que denunció que el gobierno de la Isla impidió que la sociedad civil independiente viajara a la Cumbre "mediante detenciones arbitrarias y visitas a domicilios particulares para advertirles que no intenten abandonar la Isla".
Los días previos a la Cumbre también han quedado marcados por la aparición de carteles en las calles de Lima en los que se denunciaba la vulneración de derechos humanos en la mayor de las Antillas.
Sin embargo horas más tarde estas vallas publicitarias aparecieron rotas y con mensajes de alabanza para el fallecido Fidel Castro. Desde los medios oficiales de la Isla elogiaron este acto vandálico y lo atribuyeron a "amigos de Cuba en Perú".
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