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El senador republicano Jeff Flake explicó este sábado que los agentes del FBI no encontraron evidencias de que los diplomáticos estadounidenses en territorio cubano fueran víctimas de ataques con un arma desconocida, según informo 'Associated Press'.
"El ministerio del Interior cubano dice que el FBI les ha dicho que no hay pruebas de un ataque sónico. Aunque se usa ese término, ‘ataque’, no hay pruebas de tal cosa", aseguró el integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado tras reunirse el viernes con altos funcionarios cubanos en La Habana.
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"No hay pruebas de que alguien trató intencionalmente de hacer mal a alguien. Nadie dice que esta gente no experimentó algún trastorno, pero no hay pruebas de que fue un ataque deliberado por parte de alguien, fueran los cubanos o algún otro", añadió en declaraciones recogidas por el citado medio.
Flake detalló que los informes confidenciales de los funcionarios norteamericanos no dan pie a dudar de la versión esgrimida por el Gobierno de Cuba.
El canciller Bruno Rodríguez ya defendió el pasado mes de noviembre que no se produjo "ningún ataque" acústico contra los diplomáticos y acusó a Washington de mentir al respecto para "dañar la relación bilateral".
"Si el Gobierno de EE.UU. opina lo contrario, lo invito a presentar evidencias. Puede excluirse absolutamente la posibilidad de que nadie haya realizado actos deliberados contra el personal norteamericano acreditado en La Habana y sus familiares", afirmó.
Acusaciones de Tillerson de ataques "selectivos"
Estos controvertidos ataques llevaron a la administración norteamericana a retirar a la mayoría de su personal en La Habana, expulsando a dos tercios de los funcionarios de la embajada cubana en Washington y recomendando a los estadounidenses no viajar a la Isla.
Recientemente el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, se mostró "convencido" de que las autoridades cubanas perpetraron ataques acústicos "selectivos" contra el personal diplomático estadounidense.
"Lo que hemos dicho a los cubanos es que es una pequeña isla, que tienen un aparato sofisticado de seguridad, que saben probablemente quién lo está haciendo y que pueden detenerlo. Es tan simple como eso", resumió Tillerson, quien responsabilizó así a las autoridades de permitir que ocurrieran los supuestos ataques.
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