CIUDAD DE MÉXICO, 20 sep (Reuters) - Cientos de rescatistas seguían el miércoles en su desesperada búsqueda de niños sepultados entre los escombros de una escuela en Ciudad de México, uno entre decenas de edificios destruidos por el potente sismo de la víspera que dejó al menos 225 muertos.
Docenas de padres angustiados y mucho con los ojos llorosos aguardaban en silencio frente al colegio en ruinas Enrique Rebsamen, de educación básica y media, en el sur de la ciudad, donde equipos de emergencia con perros de rescate y voluntarios buscaban sacar a 30 niños atrapados junto a 12 adultos.
Varios menores pudieron ser rescatados el martes, pero también fueron hallados 22 cadáveres, la mayoría de alumnos.
"Siguen sacando niños, pero no sabemos nada de mi hija", dijo agotada y con los ojos rojos Adriana D'Fargo, de 32 años, sobre el paradero de su hija de siete años.
Algunos voluntarios expresaron su frustración por la desorganización entre los servicios de emergencia, militares y civiles, que competían para liderar las labores tras el sismo de magnitud 7.1 que sembró de destrucción varias ciudades del país.
"Tanto burocratismo, tantas trabas al avance de los trabajos dificultó el poder sacar con vida los niños", dijo Alfredo Pérez, un ingeniero civil de 52 años que se acercó para ayudar en el sitio desde el martes por la tarde.
En otras zonas de la capital, cientos de socorristas y voluntarios seguían removiendo enormes escombros con sus propias manos. Autoridades dijeron que en la capital un centenar de edificaciones fueron dañadas y que la mitad de ellas colapsó.
En algunas áreas, maquinaria pesada empezaba con las labores de limpieza, pero la ciudad habitualmente congestionada y bulliciosa lucía casi vacía y sin movimiento.
Miles de personas pasaron la noche en las calles ante el temor a las réplicas y al colapso de sus dañadas viviendas. Muchos aguardaban en las afueras de las edificaciones derrumbadas noticias sobre amigos o familiares.
"Este sismo es una nueva prueba y muy dolorosa para nuestro país, los mexicanos hemos tenido experiencias difíciles a consecuencia de otros temblores en el pasado y hemos aprendido a responder a estos episodios con entrega y espíritu de solidaridad", dijo el presidente Enrique Peña Nieto cerca de la medianoche del martes.
El jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Angel Mancera, dijo el miércoles que la cifra de fallecidos en la capital había aumentado a 94 del total de 225 en el país.
Decenas de estructuras, entre edificios de departamentos y oficinas, iglesias y colegios, colapsaron o resultaron seriamente dañados, al igual que algunos tramos carreteros. Las clases fueron suspendidas en cerca de una decena de estados mientras se revisaba la integridad de las escuelas.
El movimiento ocurrió el martes horas después de que México realizara un gran simulacro nacional de sismos en el aniversario de un poderoso terremoto ocurrido en 1985 que dejó miles de muertos.
En el Vaticano, el Papa Francisco manifestó su conmoción por el terremoto y llamó a los fieles a orar por México.
"Elevemos todos juntos nuestra plegaria a Dios para que acoja en su seno a los que han perdido la vida y conforte a los heridos, sus familiares y a todos los damnificados", dijo el pontífice. "Que nuestra Madre la Virgen de Guadalupe con mucha ternura esté cerca de la querida nación mexicana".
(Con reporte adicional de Verónica Gómez, Noé Torres, Sheky Espejo, Sharay Angulo, Stefanie Eschembacher, Gabriel Stargardter en Puebla; Escrito por Ana Isabel Martínez y Verónica Gómez. Editado por Pablo Garibian)
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