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Anualmente, el Gobierno de la Isla destina un presupuesto para sufragar gastos no previstos como es el caso de los daños ocasionados por el huracán Irma.
El Estado moviliza sus recursos financieros y sufraga las pérdidas producidas. Aunque lejos de su totalidad, como aconteció luego de los huracanes Flora, Allen, Lili, Ike, Sandy, Gustav y muchos más. Hundidos en la nombrada Fase Recuperativa, se manejan los mecanismos existentes y se intenta volver a la normalidad.
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Pero, ¿qué recursos posee Cuba para “maquillar” su territorio?
Según expone Francisco Rodríguez Cruz en la página web del periódico Trabajadores, “en el presente ejercicio fiscal de 2017, por ejemplo, el presupuesto estatal contempla una reserva para gastos corrientes y de capital de 200 millones de pesos, los cuales están a disposición del Ministerio de Finanzas y Precios, así como los consejos de Administración de las asambleas provinciales del Poder Popular”.
El texto añade que “otra fuente de recursos es la reserva para subsidios a personas naturales por acciones constructivas en sus viviendas, la cual tendrá como destino prioritario a las familias damnificadas, según explicó la ministra de Finanzas y Precios, Lina Pedraza”.
Además, señala que “con independencia de estas fuentes específicas para paliar contingencias, el Presupuesto del Estado tiene también la posibilidad de ejecutar otras acciones como las transferencias corrientes y directas a los presupuestos locales, e incluso las reasignaciones o redistribución de cifras aprobadas y consignadas para diferentes destinos, dentro del marco de los límites de gastos establecidos por la ley”.
Dice el periodista que “resulta una garantía en el caso de las producciones dañadas en la agricultura, la protección que representa el aseguramiento de bienes agrícolas, pecuarios y los patrimoniales agropecuarios, que están entre las principales líneas de productos de la Empresa del Seguros Nacionales (Esen)”.
Tampoco se pueden olvidar otros mecanismos de financiamiento como créditos bancarios, a los cuales pueden acudir tanto las personas como las instituciones.
En cuanto a este detalle, informa que “el informe de liquidación del Presupuesto de 2016, el pasado año se asignaron mil 365 millones de pesos para subsidiar la adquisición de materiales de construcción, en beneficio de más de 28 mil 500 familias”.
Sin embargo, en ocasiones estos préstamos demoran bastante para ser concedidos y, muchas veces, no solucionan los problemas. Agregue que el nivel de papeleo es intenso y requiere de no pocas firmas.
Sume que su aprobación o no depende de la cantidad de personas que lo soliciten teniendo en cuenta, además, quién tiene más necesidad de recibirlo. Es decir, existe una evaluación de los bancos sobre la solvencia económica de los que solicitan.
Teniendo en cuenta los grandes daños ocasionados en la Isla por el huracán Irma, la crisis en la economía del país y la disminución de las ayudas del Gobierno de Venezuela, es posible que los cubanos se enfrenten a un prolongadísimo período para comenzar a recuperarse de esta nueva etapa que les ha tocado vivir.
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