Donald Trump va en picada.
A los ya sonados escándalos recientes, a sus mentiras y ofensas, se le suma ahora, en plena "recta final", la renuncia del presidente del equipo de campaña presidencial republicana, Paul Manafort.
Manafort, renunció hoy a su cargo, después que Stephen Bannon y Kellyanne Conway se incorporaron hace dos días como jefe ejecutivo y directora de comunicaciones, respectivamente.
Donald Trump en persona, mediante un comunicado explicó que Manafort presentó su dimisión, y por supuesto, aprovechó el momento para elogiar el trabajo del hasta ahora presidente de su equipo de campaña, y lo definió como un "verdadero profesional". Por supuesto, no hizo alusión a que la "profesionalidad" de Manafort, lo llevó "a hacer lobby" para su campaña, no solo en las lejanas Rusia y Ucrania, sino también en Francia, donde recientemente han salido a la luz, "vínculos" con quien fuera primer ministro francés en los años 90, Eugene Balladour.
"Estoy muy agradecido por su gran trabajo y ayuda para llegar a donde estamos hoy, y, en particular, su guía en los procesos de captación de delegado y en la Convención", dijo Trump.
De que Manafort es un conocido estratega y lobista a favor de financiamientos norteamericanos de grupos políticos y dictadores en todo el mundo, durante las últimas décadas, no es un secreto.
También es de dominio público que fue consejero de los presidentes Gerald Ford, Ronald Reagan y George W. Bush.
Solo alguien como él, tan bien conectado, y con tantas similitudes con "el histórico" Joseph Fouché, pudo meterse en algo tan rocambolesco como aceptar dinero, - y no poco, se tratan de 12,7 millones de dólares - de un país europeo.
Por si fuera poco, se ha sabido además que Manafort ayudó a financiar durante la guerra en Angola, al grupo opositor Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita) dirigido por Jonas Savimbi.
"Un verdadero profesional", dijo Trump.
Sí, sin dudas, ideal para su campaña.
foto: www.npr.org
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