En un admirable acto de solidaridad, un grupo de cubanos, encabezado por el activista Norge Ernesto Díaz Blak, conocido como Noly Black en las redes sociales, reunió fondos para adquirir una vivienda para una madre que enfrentaba extrema pobreza en Banes, Holguín.
La casa, adquirida por 200,000 pesos, representa una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de la joven y su familia, quienes vivían en una precaria estructura sin paredes ni servicios básicos, explicó el activista en su perfil de Facebook.
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Black agradeció a las personas que contribuyeron a esta causa, destacando que fue un esfuerzo colectivo impulsado por la generosidad de muchos: “Gracias a todas esas personas lindas que me ayudaron a ayudar a esta joven del municipio de Banes. Estoy agradecido con todos ustedes”, expresó emocionado mientras documentaba la entrega de la vivienda.
La beneficiaria, visiblemente emocionada, expresó su agradecimiento a quienes hicieron posible esta mejora en su vida: “Gracias, muchas gracias por la casa que me dieron. Se lo agradezco a todos ustedes, con todo mi corazón”.
Este gesto solidario no solo marca un cambio significativo para esta familia, sino que también refleja la fuerza de la comunidad cubana para unirse y apoyar a quienes más lo necesitan, incluso en tiempos difíciles.
En una publicación anterior, la joven beneficiada con la vivienda reveló que su hija padece microcefalia, tiene parálisis cerebral y sufre de convulsiones.
Además, mostró las precarias condiciones en las que vive, ya que su “casa” apenas cuenta con paredes y carece de lo más básico.
Noly Black, conocido por su labor ayudando a personas en extrema pobreza en Holguín, recientemente asistió a una anciana que vivía en condiciones deplorables junto a su esposo en Escondida, un poblado rural a 90 kilómetros de la ciudad. Durante su visita, la mujer confesó estar mareada debido al hambre que padecía.
En julio último, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos reveló en el VII Informe sobre el Estado de los Derechos Sociales en Cuba 2024 que "el 89% de las familias cubanas sufren pobreza extrema", un punto porcentual más que el pasado año y un 13% más que en 2022.
Uno de sus datos más significativos es el que resalta que “7 de cada 10 cubanos han dejado de desayunar, almorzar o comer, debido a la falta de dinero o la escasez de alimentos”.
Esa misma situación la alertó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) al publicar un informe que incluye a Cuba en su evaluación de la nutrición infantil.
UNICEF reveló que el 9% de los niños en Cuba sufre de pobreza alimentaria grave. Esta condición implica que los menores de edad solo disponen de un máximo de dos de los ocho alimentos esenciales para una vida saludable.
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