Los elevados de vías férreas que dan acceso a la Estación Central de Ferrocarriles en La Habana Vieja se encuentran en un peligroso estado de deterioro, según puede apreciarse en un video publicado este lunes por CiberCuba.
El deterioro es visible en la estructura metálica del puente ferroviario, por donde circulan los trenes que parten y arriban a la terminal de La Coubre y la Estación Central de Ferrocarriles, inaugurada el 30 de noviembre de 1912, y reabierta en julio de 2022 tras años de remodelación y una inversión millonaria, acometida con participación inicial de empresas rusas.
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Construidos a comienzos del siglo XX, los elevados cuentan con más de un siglo de antigüedad y están catalogados junto a su entorno como Patrimonio de La Habana desde el 2 de noviembre de 2002 (Resolución No. 184).
Su estado actual, tras décadas de abandono y falta de mantenimiento, es prácticamente una ruina, con las columnas y toda la estructura de acero corroída por el salitre, y por la falta de pinturas y tratamientos adecuados para su preservación.
El óxido se ha adueñado de una obra única de ingeniería, considerada una de las más importantes de su tipo en Cuba y que conserva su función original hasta la fecha. Por los elevados circulan los trenes que enlazan la capital cubana con el resto del país.
Bejucal, Santiago de Cuba, Mariel, Holguín, Bayamo, Manzanillo, Sancti Spíritus, Cienfuegos, Pinar del Río, Playas del Este y Guantánamo, son algunos de los destinos de los trenes que pasan por la precaria estructura ferroviaria.
Para las operaciones de la Terminal Central de Ferrocarriles, fue necesaria la construcción de un elevado de vías férreas que permitiera la comunicación de los patios ferroviarios de la estación y sus ocho andenes con las vías de salida de la ciudad salvando desniveles y cruzando terrenos cenagosos.
“Junto con la construcción de la Estación Central de Ferrocarril de la capital de Cuba y las vías de acceso a su puerto, la Havana Terminal Railroad Company edificó también un paso elevado para el tránsito de los trenes, un andamiaje ensamblado en acero, de manera que aquellos pudiesen circular sobre las calles desde el paradero hasta algo más allá del castillo de Atares, sin afectar al tráfico viario de la zona. La estructura aún continua en pie y en uso actualmente”, explica el estudio ‘Ferrocarril, historia, espacio y patrimonio en Cuba’ editado por Antonio Santamaría García en 2020 con fondos de la Unión Europea.
En explotación en la actualidad, el paso elevado de vías férreas ubicado en la Avenida del Puerto de La Habana es una de las tantas joyas arquitectónicas de la ciudad y el país que amenaza con desaparecer, en el mejor de los casos. En el peor, podría provocar una tragedia con su colapso.
Según el referido estudio, “para lograr los objetivos señalados en la remodelación de la Estación Central de trenes de Cuba se emplean modernos materiales y técnicas de rehabilitación y se está dotando a su espacio y a sus servicios de nuevos sistema de comunicación, al menos en la medida en la que los recursos disponibles lo han permitido”.
“Toda esa labor se realiza procurando respetar la esencia patrimonial de sus infraestructuras, de los elementos que las constituyen, teniendo en consideración lo establecido al respecto por las diferentes organizaciones, autoridades y expertos, que tiene como fin velar por la herencia material e inmaterial de la humanidad, por su necesario estudio precedente y puesta en valor”.
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