El régimen cubano reconoció su incapacidad para satisfacer las necesidades básicas de la población, desde la salud, la alimentación, la energía o el transporte. Sin embargo, aunque cada vez más desacreditado, esgrimió el argumento del “bloqueo genocida” de Estados Unidos.
Una entrevista concedida a la Televisión Cubana por la subdirectora general de la Dirección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), Johana Tablada de la Torre, dejó en evidencia la preocupación del régimen de La Habana ante el progresivo e incontestable deterioro de los servicios públicos del Estado cubano.
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“Esas medidas tan inhumanas, tan crueles, nos están poniendo en una situación prácticamente inédita de incapacidad de suplir las necesidades básicas de nuestra población. En todos los órdenes, en el transporte, en la alimentación, en los salarios”, reconoció la funcionaria.
Analizando la reciente decisión del Departamento de Estado de retirar a Cuba de la lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo, la diplomática lamentó que Washington no haya dado un paso más y hubiese retirado al país de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, “que importa más porque es el que lleva medidas coercitivas contra la población cubana”.
“No lo hicieron porque no han querido, porque quieren seguir utilizando la lista de países patrocinadoras del terrorismo como una justificación para las medidas coercitivas unilaterales que de ella se derivan y que están asociadas a la política de Estados Unidos de asfixiar la economía de Cuba y responsabilizar a Cuba por el impacto de sus medidas”, afirmó Tablada de la Torre.
Según la alta funcionaria del MINREX, el objetivo final de Estados Unidos es “tomar medidas que impidan que entren ingresos a nuestra población, amenazar el sustento de la población con fines de desestabilización política y de cambio de régimen, para que a las personas les falten cosas, se sientan desesperadas, y responsabilicen entonces al gobierno cubano”.
Por supuesto, según la visión de la diplomática, esa estrategia de Estados Unidos cuenta con el apoyo de “una bien financiada operación comunicacional sistemática en el mundo de la gran prensa y en el mundo de las plataformas digitales para, responsabilizar al país víctima del impacto que tienen [sus medidas]”.
No es la primera vez que las declaraciones de Tablada de la Torre se salen del cauce de la ortodoxia discursiva de la propaganda del régimen y sus denuncias del "bloqueo", poniendo el foco de manera involuntaria en la responsabilidad del régimen por la inédita crisis socioeconómica que vive la nación cubana.
A mediados de abril, la diplomática calificó la actual crisis migratoria como "la más grande de la historia de Cuba", pero culpó al gobierno de Estados Unidos del masivo éxodo que ha empujado a cientos de miles de cubanos a abandonar la Isla.
“El impacto de estas medidas extremas e inhumanas en nuestra población constituye el incentivo principal que explica el incremento inédito del flujo migratorio actual, que es desproporcionado y que es, en esencia, la ola migratoria más grande de la historia de Cuba”, afirmó.
Cuando no es “el bloqueo y las medidas adicionales y de máxima presión”, son los “estímulos extraordinarios y artificiales para la emigración cubana”. El caso es que el régimen no se hace responsable de la estampida de cientos de miles de cubanos en los últimos años y viste de justificaciones varias su plan de sobrevivencia y su “proyecto político” de perpetuarse en el poder.
“Los 200 mil que Estados Unidos pensaba iban a salir a tumbar al gobierno... emigraron”, dijo Tablada de la Torre al canal Russia Today en octubre pasado, reconociendo con evidente satisfacción la jugada maestra del régimen para mantener el statu quo, quitando momentáneamente presión a una olla en la que siguen cocinándose los cubanos.
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