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Las víctimas del accidente laboral ocurrido en abril de 2023 en la Central Termoeléctrica (CTE) de Matanzas ‘Antonio Guiteras’ fueron recordadas este lunes en un acto de homenaje que reunió a trabajadores y familiares de los fallecidos
En honor de Lázaro Montero Pita y Alexis Bernardo Labrada Junco, los obreros que perdieron la vida tras el derrumbe ocurrido en el interior de la chimenea de la Guiteras, los directivos de la CTE matancera desvelaron un pedestal de losas de cerámica con fotografías de ambos, según el periódico oficialista Girón.
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Los familiares de Montero Pita y Labrada Junco recibieron una pequeña instantánea impresa de manos de los directivos y en el acto se mostraron imágenes de las labores de rescate que se prolongaron 48 horas tras el accidente.
El viernes 7 de abril de 2023 cuatro obreros quedaron sepultados tras el colapso de un tabique en la zona del cenicero de la chimenea en la CTE Guiteras, dos de ellos fueron rescatados a tiempo y se recuperaron después de recibir las correspondientes atenciones médicas.
“Según explicaron autoridades de la unidad y trabajadores que laboraba cerca del lugar al momento del accidente, se trata de un derrumbe en la pared interna de esta estructura construida de ladrillos refractario y tras la cual se acumulan las impurezas”, informaba entonces la emisora oficialista Radio26.
El director técnico de la CTE, Román Pérez Castañeda, precisaba que los operarios estaban recogiendo escombros tras la limpieza de la parte inferior de la chimenea, donde se acumulaba el hollín. “Se trata de una labor que se realiza en grandes paradas y que inició aquí hace aproximadamente una semana”, explicó el directivo.
En sus declaraciones tras el incidente, el directivo precisaba que “la chimenea está preparada para el trabajo de dos unidades, y tiene una pared divisoria -que se le dice tabique- de 7 y 10 metros que delimitaba una parte que, con la limpieza y la presión del hollín del otro lado, hicieron que se derribara, creando además un ambiente tóxico con peligro para la vida, más por esto que por las contusiones”, detalló Pérez Castañeda.
Asimismo, el directivo aseguraba que se habían cumplido con el protocolo que estipula paso a paso los procedimientos de trabajo a seguir durante paradas técnicas de mantenimiento.
“Fue un hecho fortuito, todo parece indicar que el hollín del otro lado ejerció presión sobre la pared. Ayer se había revisado y se comprobó que todo estaba en orden”, expresó Pérez Castañeda, quien identificó como el mayor peligro “la inhalación de hollín y sustancias tóxicas en el interior de la chimenea”.
Sin embargo, más allá de la solidaridad enunciada por la narrativa oficialista cubana, lo cierto es que el gobierno de Díaz-Canel no dio muestras de su voluntad de esclarecer lo sucedido en la CTE Guiteras, como tampoco lo hizo en otros eventos desastrosos que incumben a su gestión, como el incendio de la Base de Supertanqueros de Matanzas –donde fallecieron 17 bomberos, la mayoría de ellos jóvenes inexpertos que pasaban el Servicio Militar- o la explosión en el hotel Saratoga en La Habana -donde fallecieron 47 personas, incluidos cuatro niños.
Las causas de todos estos trágicos accidentes no han sido investigadas por comisiones independientes, ni esclarecidas ante la opinión pública con nombres y apellidos de sus responsables.
Aun así, las autoridades del régimen cubano manipulan el dolor de los familiares sin el más mínimo escrúpulo en actos propagandísticos de “recuerdo y homenaje”, mientras oculta deliberadamente la información que les permita exigir la rendición de cuentas de los responsables, y la justa compensación por la pérdida de sus seres queridos.
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