La prensa oficialista cubana salió pronta a desmentir un rumor que circulaba por las redes, avisando de la inminente eliminación de la libreta de abastecimiento.
“Cubadebate desmiente la falsa noticia divulgada en redes sociales por un perfil falso de Cubadebate y otro de su director Randy Alonso en donde se informa a la población sobre la supuesta eliminación de la libreta de abastecimiento”, indicó este viernes el portal oficialista en sus redes sociales.
La falsa noticia informaba a la población que, “como resultado de un estudio de 15 años (…) se comenzará a eliminar la libreta actual de abastecimiento de víveres, siendo sustituida por otra destinada a personas jubiladas y asistenciadas sociales, para la adquisición de los renglones básicos de la canasta básica”.
Publicada en un falso perfil del director de Cubadebate, la nota indicaba que el proceso de eliminación de la libreta se haría “gradualmente y de forma experimental”, comenzando “por las provincias orientales del país”.
“El resto de la población podrá adquirir los productos alimenticios en las Mypimes al precio de oferta y demanda”, precisaba el bulo difundido a través de la falsa cuenta de Facebook de Randy Alonso, quien recientemente fue objeto de burlas por un delicado momento televisivo que protagonizó.
Ante la alarma generada por el “meme”, Cubadebate recomendó a sus lectores “verificar siempre los perfiles oficiales en redes sociales antes de divulgar cualquier información”.
El medio oficialista salió pronto a desmentir el rumor, sobre todo cuando en días recientes el gobierno impuso nuevas restricciones en este ámbito y eliminó la venta de productos normados a cubanos con dos meses fuera del país, los cuales se verán obligados a pedir la baja de la libreta antes de salir al exterior.
En los comentarios al desmentido oficial, muchos cubanos expresaron su temor a que la fake news termine siendo real en el futuro, teniendo en cuenta la progresiva desaparición de productos normados de la canasta básica que el Estado distribuye a través de la libreta de abastecimiento.
“Por cómo vamos ya esa es una conclusión que ha sacado mucha gente sin necesidad de que alguien lo informe formalmente. De ustedes se puede esperar cualquier cosa que sea para j*der al pueblo. Que esto sea falso o no es solo una cuestión de tiempo”, comentó una usuaria.
“No será ahora, pero por el camino que vamos tal vez sucederá, pues además nos suministran poco a poco lo que tenemos que comer”, se quejó otro.
“Un día un señor me sorprendió cuando dije en una bodega que hacía falta quitaran la libreta y me respondió muy tranquilo: ‘yo prefiero que quiten a los que pusieron la libreta’. A partir de ahí entendí que son ideas absurdas para controlar hasta lo que debes comer”, contó un tercero.
El gobierno cubano prometió que el 2023 sería mejor, pero, a menos de tres semanas para cerrar el año, la situación en Cuba no ha mejorado, sino empeorado, como demuestran las decisiones tomadas en fechas recientes acerca de la distribución de productos de la canasta básica.
La sustitución de leche para los niños y enfermos por “sirope”, la resta de la tercera parte del peso del pan racionado y la sustracción de una libra de azúcar por consumidor, son algunas de las medidas tomadas por el gobierno cubano tras constatar que "la economía está en una situación compleja" y admitir que la escasez de divisas dificulta la compra de alimentos de la canasta básica.
"Hay afectación, hay impacto, sabemos que es dura la vida, que es complicado encontrar los alimentos del día a día, que es complicado a veces un apagón de ocho y diez horas, que es complicado el tema del transporte, lo sabemos. Pero confianza, que la única salida es la revolución y el socialismo, y para eso trabajamos todos", subrayó a finales de septiembre el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández.
Convencida de ello y protegida por sus privilegios del riesgo de “inseguridad alimentaria” que provocó el “ordenamiento económico” del régimen, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, Mariela Castro Espín, aseguró a mediados de julio que los cubanos estaban encantados y agradecidos con el racionamiento del Estado y que “la libreta de abastecimiento es maravillosa, [porque] garantiza la distribución equitativa”.
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