La Fábrica de Conservas y Vegetales del municipio Yara, en Granma, recuperó la línea productiva del néctar de mango Taoro, la cual estuvo unos cuatro años paralizada.
La línea arrancó recientemente con una prueba tecnológica que permitió obtener unas 7,800 latas del gustado jugo.
Juan Franklin Almiral Rodríguez, director de la industria, explicó al diario Granma que la prueba sirvió para corregir desajustes técnicos, realizar mantenimientos y evaluar la calidad del proceso, antes de retomar la producción a escala industrial.
La aspiración es alcanzar volúmenes de entre 15 y 19 toneladas diarias.
El directivo detalló que la recuperación fue posible gracias al trabajo conjunto de innovadores, especialistas, ingenieros y otros operarios de la fábrica, quienes rehabilitaron la máquina tapadora y cambiaron la velocidad del motor de la llenadora de la línea, con el objetivo de elevar la eficiencia y reducir las pérdidas de las latas que se desechan al cierre del proceso.
La entidad contrató la compra en el extranjero de diez millones de latas de aluminio de 330 mililitros para producir néctares de cuatro sabores: guayaba, tamarindo, piña y mango, este último considerado el producto insignia.
Almiral Rodríguez aseguró que cuentan con parte de la materia prima nacional (pulpa de mango y tamarindo), y que próximamente, firmarán los contratos para adquirir las otras dos frutas.
En cuanto a la comercialización de los jugos, explicó que una parte de la producción -no especificó cuánta- se destinará a la exportación, para recuperar divisas y comprar máquinas como una retractiladora y una fechadora para elevar la eficiencia.
El resto de los jugos se pondrán a la venta en el mercado nacional e irán al sector turístico y a otros organismos.
La industria de producción de conservas y alimentos envasados atraviesa una larga crisis por diversas causas, como la obsolescencia de las instalaciones, la falta de envases y la insuficiente materia prima.
En agosto, el régimen afirmó que la empresa de refrescos Los Portales no posee envases ni materias primas para la producción de refrescos.
La entidad, que tributa sus producciones a Cimex y Ciego Montero, carece de materias primas como azúcar, latas y preformas de plástico para garantizar refrescos tanto en los comercios en CUP como en las tiendas en MLC.
En febrero pasado, trascendió el cierre de tres fábricas de conservas en Santiago de Cuba, lo que afecta la disponibilidad de las compotas de frutas que deben venderse en la canasta básica normada.
La única empresa que sigue produciendo, El Caney, requiere una inversión millonaria que permitiría retomar la línea de compota de mango fortificada con hierro y vitamina C, pues solo genera una décima parte de la producción que lograba en 2012.
"De la citada línea de compota apenas quedan fotos de archivo, tampoco existe disponibilidad de tanques asépticos, la obsolescencia se ha apoderado de la tecnología industrial...", describió el semanario local Sierra Maestra.
Zoe Hernández, directora de la Empresa de Conservas de Frutas y Vegetales, señaló que la carencia de cajas de madera, "cajas paletas" y de "parles", el insuficiente transporte y las limitaciones de combustible afectaron la recolección de frutas en el campo, imprescindibles para la elaboración del alimento.
En 2022, la Fábrica de Alimentos y Bebidas La Estancia, de Sancti Spíritus dejó de elaborar productos que equivalen a 75 millones de pesos debido a falta de financiamiento para adquirir el material de los envases.
La planta paró prácticamente desde junio, cuando dejó de elaborar las compotas Osito que se venden por la canasta básica, y 40 trabajadores pasaron al régimen de interruptos.
Aydel Toledo, director de la industria, informó que en noviembre recibieron financiamiento para elaborar el material en China, el cual debía llegar a Cuba en enero de 2023 para retomar la producción, pero que solo alcanzaría para cubrir tres meses de la distribución del producto.
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