Defensores de los derechos de los animales protestan este domingo por la muerte de la orca Lolita en el Miami Seaquarium, donde se mantuvo en cautiverio por más de 50 años.
Decenas de activistas por los derechos de los animales se congregaron ante las instalaciones con pancartas y mensajes denunciando lo que consideraron una muestra de abuso contra los animales.
La multitud se reunió en las afueras del acuario para llorar la pérdida de la icónica orca, también conocida como Tokitae o Toki.
Tras permanecer cerrado el sábado "para permitir que nuestro equipo reflexione sobre la vida y el legado de Lolita", las puertas del Miami Seaquarium reabrieron el domingo, pero desde horas tempranas decenas de manifestantes se congregaron en los alrededores de la instalación.
Algunos de los activistas fueron vistos intentando convencer a los visitantes que llegaban de que no entraran en el parque temático, según el Miami Herald.
La querida orca de 57 años murió el viernes mientras los planes para dejarla en libertad comenzaban a tomar forma. En una publicación de sus redes sociales, el Seaquarium informó que Lolita desarrolló una enfermedad renal en los últimos días.
Horas después de su muerte, sus restos fueron cargados en un cabestrillo y trasladados mediante una grúa a un camión lleno de hielo que la llevó a la Universidad de Georgia para realizarle la autopsia.
Los animalistas condenaron al Seaquarium a lo largo de los años por confinar a Lolita en un tanque tan pequeño como para que le tomara solo unos segundos nadar de un extremo a otro.
Acorde al sitio lifestyle_miami, varios grupos de activistas por los derechos de los animales estarían planeando una gran protesta en Miami Seaquarium para el sábado 2 de septiembre a las 11 de la mañana.
En la manifestación de este domingo hubo muestras de amor hacia la querida Lolita, pero también llamados para detener lo que describen como el maltrato de otros animales en el parque.
"La muerte de Lolita nos enseñó una lección y reavivó el debate sobre los animales en cautiverio", dijo a 7News Heidi Anthony, quien fue entrenadora de delfines a mediados y finales de la década de 1980 en el Seaquarium.
"Creo que estamos donde estamos hoy, muy, muy, muy lejos de donde estábamos en los años 60 y 70, cuando pensábamos que esto era entretenimiento, así que esperemos que el mundo se esté convirtiendo en un lugar mejor", añadió la activista, que describió a Tokitae como “brillante, curiosa e inteligente”.
Por su parte, la organización Personas para el Tratamiento Ético de Animales (PETA, en inglés) informó que Lolita "murió como había vivido: después de pasar más de cinco décadas prisionera en el Miami Seaquarium en el tanque para orcas más pequeño y sombrío del mundo, privada de cualquier apariencia de vida natural"
Su muerte sigue a años de protestas de PETA, demandas y una designación de especie en peligro de extinción. En su sito web, la organización compartió un listado con las "12 cosas que a Lolita le gustaría que supieran los visitantes del Miami Seaquarium".
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