Intensas lluvias caídas el fin de semana en la provincia de Mayabeque provocaron importantes inundaciones en el municipio de Madruga.
Residentes en el territorio captaron con fotos y videos la magnitud del fenómeno, que no causó fallecidos ni heridos aunque sí pérdidas en viviendas.
Lo más leído hoy:
Calles anegadas, autos con el agua cubriendo las ruedas y portales inundados son algunas de las consecuencias de las abundantes lluvias.
Según reportó Ariel Navarro Cordoví, un radioaficionado, el sábado entre las 2:00 pm y las 3:00 pm, las fuertes precipitaciones causaron inundaciones súbitas en la zona cercana al edificio del gobierno.
Periodistas locales revelaron que las avenidas 31 y 33 fueron las más afectadas por el evento hidrometeorológico, donde la crecida de un río propició la entrada del agua a varias viviendas.
Una evaluación preliminar de los daños materiales ocasionados por el fenómeno arrojó que hubo varios derrumbes de cubiertas y pérdida de equipos electrodomésticos.
Marisol Fuentes Ferrer, miembro del Buró del Partido Comunista en la provincia, precisó que en apenas una hora y media cayeron 81 mm de agua.
Cada mes de junio, cuando se inicia la temporada de lluvias en Cuba, comienza la preocupación de muchos residentes en zonas bajas y vulnerables que temen que este tipo de fenómenos, aunque no sean de gran magnitud, dañe o acabe con sus propiedades.
En un país donde las redes de alcantarillado están sumamente deterioradas, con zonas donde el agua está permanentemente estancada, con desagües rotos y alcantarillas y pozos tupidos, a menudo la población sufre las consecuencias de unas lluvias que, si bien son fuertes, no tendrían por qué causar graves consecuencias si los gobiernos locales actuaran de manera rápida y planificada, y tuvieran suficientes recursos para actuar frente a estos fenómenos.
El mes pasado, intensas lluvias dejaron devastadoras arrasaron varios territorios del oriente de Cuba, exponiendo una vez más las deficiencias en la preparación y respuesta del gobierno cubano ante desastres naturales.
Además de seis fallecidos en cuatro provincias, en una de ellas, Granma, se reportó además un elevado número de viviendas afectadas y una significativa pérdida de bienes, como colchones y electrodomésticos.
Aunque la prensa oficialista reportó que las autoridades políticas y del gobierno hicieron hincapié en los esfuerzos para recuperar las comunidades dañadas por las aguas, fue notable la falta de planificación y coordinación efectiva ante la demora en la evaluación de los daños y en la asignación de recursos materiales.
Archivado en: