En conteo de una bola y un strike, José Abreu aprovechó una slider del zurdo Sam Long para quebrar este domingo la peor racha sin jonrones de su carrera ligamayorista de 10 años.
El cubano, que en 2023 se estrenó con los Astros luego de un paso formidable por el South Side de Chicago, no había podido superar las cercas en 50 partidos con el uniforme de los siderales.
Es más: de su madero no salía un bambinazo desde el 13 de septiembre del curso pasado. 260 turnos sucesivos sin botar una Rawlings resultan demasiados hasta para jugadores de poder ocasional, de modo que para un slugger nato significan una cifra que se mece entre lo absurdo y lo humillante.
“Pito”, pues, estaba desesperado por reencontrarse con Su Majestad, y lo hizo en el octavo episodio de un duelo donde su equipo despachó siete pelotas, dos de ellas a la cuenta del increíble tunero Yordan Álvarez.
No bien hizo contacto, Abreu comprendió que el batazo dejaría el estadio por la zona del left field, de manera que soltó el implemento y empezó a correr las bases como un muchacho alebrestado.
No hay exageración. El veterano de 36 abriles recorrió el infield a una velocidad de 26.2 pies por segundo y ni siquiera se detuvo tras cruzar el plato, pues siguió rumbo al comité de bienvenida que lo esperaba fuera del dugout y se deslizó en medio del entusiasmo de sus compañeros. (Y bueno, claro está, en el inning siguiente recibió un pelotazo...)
¡17.6 segundos de home a home! Wow! Según las estadísticas, esta fue la segunda vuelta al cuadro más rápida de la temporada para una conexión de cuatro esquinas, lo cual habla por lo claro de cuánto esperaba “Pito” Abreu ese momento.
El hielo se rompió. Ahora que vengan más jonrones.
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